chas veces caracterizada por la falta de preparación e inexperiencia de sus tripulantes, ha hecho aumentar el trabajo. Ya sea por accidentes reales, como por alarmas, en muchos casos falsas, se ha hecho indispensable mantener una unidad altamente especializada y preparada para atender la evacuación de enfermos, salvamento de naufragios y rescates de todo tipo. Para las Canarias es vital el mantenimiento de las vías de comunicación marítima con la Península y entre islas, tanto para su comercio interior como exterior. Casi la mitad de los referidos barcos recalan en los puertos canarios, especialmente en lo referente a mercantes en el de La Luz (Las Palmas de Gran Canaria), que dista unos 25 kilómetros de Gando. Así mismo se ha incrementado mucho la llegada de los gigantescos cruceros, que transportan anualmente en torno a 2,5 millones de pasajeros, que obviamente desconocen la capacidad SAR española, pero que sí tienen presente las compañías propietarias de estos transatlánticos y los responsables de sus tripulaciones. La actividad turística es vital para Canarias, ya que supone en torno a un tercio del PIB, el empleo, y la recaudación fiscal. La protección SAR es vital para asumir la responsabilidad que conlleva gestionar la Zona Económica Exclusiva (ZEE) española, que es de 200 millas marinas en torno al archipiélago, pero que en diciembre de 2014 el Gobierno de España amplió en su zona occidental hasta las 350. De esta capacidad de rescate naval se han beneficiado a veces hasta los “enemigos”, como fue el caso del tripulante ruso de un navío “espía”. La misión tuvo lugar en septiembre de 2016, cuando se puso en marcha una operación de evacuación de un marinero ruso gravemente enfermo perteneciente a la dotación del buque de inteligencia de la Marina de Rusia del Proyecto 22010, denominado Yantar, cuando éste se encontraba a más de 2.000 kilómetros de las islas Canarias. Tras la señal de socorro al RCC Canarias, partió al auxilio el navío Esperanza del Mar que, tras acoger a bordo al militar ruso, procedió a acercarse a Canarias. Cuando el navío español se encontraba a 360 kilómetros al suroeste de la isla del Hierro, para adelantar el proceso de evacuación, aterrizó en la amplia cubierta de vuelo uno de los HD.21, que trasladó al eslavo hasta el aeropuerto de Los Rodeos (Tenerife Norte), desde donde fue llevado al tinerfeño Hospital Nuestra Señora de HD.21 realizando un simulacro de evacuación con el patrullero “Grosa” en aguas de Canarias. Foto: Grupo 82. 496 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2017
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 864
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