Tecnologías emergentes
sistemas de propulsión convencional,
debido al cambio de medio y a que la
firma acústica de la supercavitación
es muy significativa, lo que también
dificulta su discreción. Sin embargo,
todos estos problemas tecnológicos
se están solventando en los últimos
tiempos y se espera una proliferación
de torpedos basados en esta tecnolo-gía
de propulsión sobre la que varios
países, especialmente Rusia, EEUU y
China, mantienen una importante in-versión
en I+D, aunque también otros
países trabajan en ello, como Alema-nia,
que está desarrollando un torpedo
supercavitante denominado Superka-vitierender
Unterwasserlaufkörper.
Por otra parte, se empiezan a incor-porar
a los torpedos sistemas de pro-pulsión
nuclear, lo que les confiere un
alcance prácticamente ilimitado como
armas estratégicas de alcance inter-continental,
lo que estaba restringido
exclusivamente a los misiles balísticos.
Las cargas bélicas de los torpedos
han ido evolucionando y hay una ten-dencia
a los efectos cinéticos, que
empieza a cobrar interés debido al au-mento
de la velocidad de navegación
y a otros tipos de efectos más sofisti-cados,
como es el caso de los torpe-dos
que incluyen cargas nucleares es-pecíficas,
que pueden utilizarse para
provocar tsunamis devastadores.
En general, se puede percibir que, de-bido
al aumento progresivo de com-plejidad
y funcionalidad, existe una
inclinación a la fusión de conceptos
clásicos de torpedo/misil con los ve-hículos
no tripulados. Es decir, los
Figura 4. Lanzamiento de misil balístico intercontinental Trident II D5 desde
submarino. Fuente US Navy
torpedos evolucionan de simples
proyectiles submarinos autopropul-sados
a plataformas submarinas no
tripuladas (UUV). Este es el caso del
Poseidón, con el nombre técnico Sta-tus-
6, una plataforma no tripulada em-barcada
en el submarino nuclear ruso
Belgorod, que puede recorrer hasta
10.000 kilómetros a una profundidad
de hasta 1.000 metros con tecnolo-gía
de supercavitación, alcanzando
una velocidad de más de 100 nudos,
transportando una carga termonuclear
de alta potencia y que ha sido bautiza-do
como el “torpedo del apocalipsis”.
Algo similar ocurre con los misiles y
las plataformas aéreas no tripuladas,
que también están evolucionando a
sistemas cada vez más complejos y
más veloces y que tienden a la comu-nalidad
(multimisión), como es el caso
del misil “Brahmos” desarrollado por
Rusia e India, que en su versión de
lanzamiento desde submarino alcan-za
una velocidad supersónica de 2,8
a 3,0 Mach y que se puede emplear
como misil antibuque o para alcanzar
objetivos en tierra.
Además, los nuevos desarrollos tec-nológicos
en sistemas de propulsión
para vuelo en régimen hipersónico
están permitiendo que empiecen a
surgir nuevos misiles como armas de
tipo estratégica, que vuelan a una ve-locidad
de al menos 5 Mach, o cinco
veces la velocidad del sonido. Con
estas tecnologías, estas armas pue-den
eludir o evitar los radares de aler-ta
temprana y alcanzar rápidamen-te
objetivos militares estratégicos a
través de largas distancias algo que,
tradicionalmente, sólo era posible
empleando misiles balísticos. Pero
a la vez, y a diferencia de éstos, no
utilizan trayectorias balísticas, lo que
significa que los sistemas de defensa
antimisiles convencionales no tienen
capacidad de interceptarlos.
Conclusiones
A modo de conclusión, se puede pre-ver
que los esfuerzos en investigación
y desarrollo de nuevas tecnologías
de armas en misiles y torpedos per-mitirán
a las plataformas submarinas
su consolidación como sistemas de
armas estratégicos. La tendencia es
que el arma submarina siga jugando
un papel relevante en el futuro.
Figura 5. Cabeza del torpedo ruso supercavitante VA-111 Shkval. Fuente Wikimedia
10 Boletín de Observación Tecnológica en Defensa n.º 65. Segundo trimestre 2020