NACIONAL
las unidades de montaña están acostumbradas
y el resto ha sabido adaptarse.
Todas las unidades se han implicado durante
estas dos semanas, incluso algunas
que no disponían de todo el personal.
Es el caso del Regimiento de Infantería
“Galicia” nº 64 de Cazadores de Montaña,
que ha contado únicamente con la 2ª
Compañía, que ha ejercido como fuerza
enemiga, y la Compañía de Esquiadores
Escaladores, ya que las otras dos están
preparando el próximo despliegue en
Líbano. Y como en cualquier ejercicio de
montaña, el vehículo predefinido ha sido
el Transporte Oruga de Montaña, que ha
servido para transportar a las tropas por
las zonas de más difícil acceso del Pirineo
aragonés.
Finalizado el “Infierno Blanco”, las sensaciones
son unánimes: no solo han podido
ocuparse de su propia instrucción, sino
que además han conseguido coordinar
las actividades y los procedimientos con
las otras unidades. «A partir de este año
tenemos la suerte de que, con la nueva
organización de la División “San Marcial”,
contamos con todas las capacidades, por
lo que el ejercicio es mucho más potente
y dimensionado», asegura el capitán
Romay, del Regimiento “América” y oficial
de proyecto del director del ejercicio.
«Ha sido una experiencia muy buena,
porque hemos trabajado con gente de
otras especialidades, como Ingenieros o
Aviación», señala el teniente Pérez, de la
misma unidad.
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