NACIONAL
Si hay una institución que encarna
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fielmente el concepto de “familia
militar” es el Patronato de Huérfanos
del Ejército de Tierra, concebido para
acompañar, apoyar y ayudar a los hijos
de militares en los momentos más duros
—y que celebra en este 2021 su 150º
aniversario—. Para entender su razón de
ser hay que retroceder hasta finales del
siglo XIX y conocer el entorno social de la
época. Por aquel entonces, el país se veía
envuelto en numerosos conflictos bélicos,
lo que provocó un importante número
de huérfanos. En ese momento, la poca
ayuda con la que contaban estos niños y
jóvenes procedía de la caridad, dándose
situaciones de verdadera penuria. Con
el objetivo de darles apoyo, nació el primer
colegio para huérfanos del Ejército
de Tierra —concretamente del Arma de
Infantería—, el cual se ubicó en Toledo y
era sostenido con las cuotas aportadas
por los oficiales. Al comprobar que este
centro venía a cubrir una necesidad real,
pronto proliferaron otros. Es el caso del
colegio “Santiago” de Valladolid —puesto
en marcha por el Arma de Caballería—.
La historia de este centro ejemplifica a
la perfección el espíritu del Patronato,
así como la evolución que a lo largo de
las décadas ha sufrido este, sabiéndose
adaptar a los tiempos y a las necesidades
que han imperado en cada época. Así, en
un primer momento, el colegio —ubicado
muy cerca de la Academia de Caballería,
sita en la popular plaza vallisoletana de
Zorrilla— no solo era sostenido por las
cuotas de los militares, sino también por
los trabajos de imprenta que allí se realizaban.
Entonces, se daba atención a niños
a partir de los 7 años y se permitía su
estancia en el centro hasta que cumplieran
los 20 años.
Ya en el siglo XX, los niños y jóvenes alojados
cursaban estudios de primaria, de bachillerato
y de preparación para el ingreso
en academias militares. No obstante,
tras la Guerra Civil —momento en que fue
duramente bombardeado—, y ya en los
años 40, «el colegio fue reconocido como
centro de enseñanza media de Bachillerato
adscrito al Instituto Zorrilla», explica el
actual jefe de la Representación del Patronato
en Valladolid y antiguo director del
colegio, coronel Rodríguez.