NACIONAL
En su día, la llegada de estos helicópteros
se esperaba con gran interés y las expectativas
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respecto a ellos eran muy altas.
Sin duda, con el paso de los años las mismas
han sido más que cubiertas y las ventajas
frente a otros modelos son evidentes:
«Una de las más significativas es su
capacidad de navegación autónoma, que
permite realizar aproximaciones a puntos
de toma, vuelo de crucero o estacionario
de manera automática», señala el teniente
coronel Villacorta, piloto y jefe del
BHELMA III. Pero no son estas las únicas
cualidades que pueden destacarse de los
mismos, también lo es su «capacidad de
vuelo en condiciones meteorológicas adversas,
como engelamiento (congelación
atmosférica) o visibilidad reducida, gracias
a sus avanzados sistemas antihielo y
su cámara infrarroja FLIR (Forward Looking
InfraRed)».
A todo ello, hay que unir que el NH-90 dispone
de una elevada velocidad de crucero
y gran autonomía de vuelo, comunicaciones
encriptadas, protección de guerra
electrónica y gran variedad de equipos
de misión que le permiten ser empleado
con eficacia en múltiples cometidos. Por
todas estas características, se trata de un
modelo de helicóptero militar de última
generación, que vio la luz fruto de un programa
de armas muy ambicioso que se
inició en el año 2005.
A pesar de que conserva algunas características
similares a modelos ya existentes,
con mejoras como las antes mencionadas
se está más cerca de poder cumplir la misión
en cualquier situación. Así, permite
operaciones de helitransporte de personal
(22 pax. máximo), helitransporte de
cargas (tanto internas como externas),
evacuación sanitaria o recuperación de
personal aislado, entre otras.
Respecto a su pilotaje, también se ve facilitado
debido a varios motivos: «Tanto
por su avanzado sistema de piloto automático,
como por el fácil acceso a la información
de vuelo y táctica a través de
las cinco pantallas digitales configurables
Las características
de este helicóptero
permiten el vuelo
en condiciones adversas