NACIONAL
Apenas una década después se produjo el
siguiente salto: proporcionar enseñanzas
preparatorias específicas para el ingreso
en la Academia General Militar para, posteriormente,
también dar opción a la entrada
de alumnos que cursaban estudios
universitarios. Esta circunstancia marcará
la línea a seguir que perdura hasta nuestros
días como residencia universitaria,
donde los huérfanos de militares podían
vivir internos mientras realizaban sus estudios
superiores. Hay que tener en cuenta
que en aquella época muy pocas ciudades
contaban con universidad, así que la existencia
de esta residencia era una gran ayuda
para jóvenes de la familia militar que,
seguramente, no habrían podido costearse
vivir durante años fuera de sus casas.
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