ENTREVISTA
contra la Hacienda comunitaria. No cabe
ninguna duda de que es el origen de una
Fiscalía europea a nivel más general que
tendrá su sentido cuando su capacidad
sea total para crear cuerpos únicos trasnacionales.
Una de las propuestas de la Fiscalía es
modificar la Ley de Protección de Testigos,
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de 1994. ¿Por qué?
En el mundo en el que estamos viviendo,
se requiere otra nueva ley, donde otorgar
una mayor protección no solo a los testigos
sino a todos aquellos que quieren
participar para investigar o evitar la comisión
de hechos delictivos. Tenemos que
ofrecer derechos y garantías para que
esas personas no tengan miedo a luego
ser objeto de amenazas o acciones —o
incluso contra familiares directos— por
haber ayudado a la Administración de
Justicia. Tengo en alta consideración el
programa de protección de testigos de
EE.UU. Tienen instrumentos que les permiten
supeditarse a las necesidades de
cualquier testigo: una nueva identidad,
un trabajo, transportarle a cualquier parte
del país o fuera... Son instrumentos con
los que actualmente no contamos. Durante
la instrucción de un procedimiento o la
declaración en el juicio, podemos proteger
la identidad del sujeto que ha declarado
o colaborado con la justicia, pero a
veces esas personas tienen miedo de que
la protección visual o del nombre no sea
suficiente. Saben que están muy cerca del
grupo del que han obtenido la información
y pueden averiguar que son quienes
han dado la información. Es importante y
es un paso más.
Con la pandemia, se usa más Internet,
un espacio donde también se cometen
delitos.
El cibercrimen y la ciberdelincuencia ya se
tienen en cuenta desde hace tiempo. La
Fiscalía General del Estado ya previó esta
circunstancia y creó la Fiscalía de Sala del
Ciberdelincuencia, que coordina y estudia
todo este fenómeno criminal, en unión
con los departamentos especializados de
las FCSE. Nos enfrentamos a un crimen
complicado porque tiene una escala global
y el efecto puede producirse en España,
pero el autor del delito puede estar
ubicado en EE.UU., Rusia, África… La localización
geográfica ya no es el elemento
determinante, sino el uso de las armas
del ciberespacio como lugar donde cometer
delitos, e incluso emplearlo como
instrumento.
Participó en el Curso de Defensa Nacional,
¿lo ha aplicado en su trabajo?
Para mí, ha sido un redescubrimiento del
Ejército y me ha permitido conocer que
los militares tienen una altísima preparación
en todos los ámbitos —técnico,
humanista, científico…—. He conocido
facetas de las Fuerzas Armadas que he
transmitido a mis compañeros porque
he considerado muy interesantes, como
la forma de trabajar, de organizarse y de
ver los fenómenos, como la piratería o la
lucha contra el crimen más allá de nuestras
fronteras. ¢