Doctrina, Táctica y Operaciones
EL EX. CAPITÁN BARREDA 22 SOBRE EL TERRENO
Afortunadamente todo sucedió sin novedad. El tremendo esfuerzo logístico, el embarque en
el Ysabel, dos ferrocarriles cargados de vehículos pesados, tres columnas de vehículos rueda y
los autobuses desde Algeciras hasta Zaragoza con el grueso del personal, llegaron a su destino sin
novedad. Todo estaba preparado para ocho días en los que llevar al límite las fuerzas, las ganas, el
entusiasmo de servir a España. Una oportunidad de oro para las unidades de la COMGECEU, exigir
al máximo a sus medios de combate y de su personal. De ejecutar tareas de instrucción y adiestramiento
que las limitaciones de Ceuta no permiten llevar a cabo. De hacer fuego real con todas las
armas de los vehículos y sistemas proyectados. Todo estaba a punto. Todo llevaba meses preparándose.
Memorial de Caballería, n.º 93 - Junio 2022 73
Todo estaba listo para ejecutarse.
Vehículos del RC-3 sobre las bateas de la Compañía de ferrocarriles
El ejercicio se dividió principalmente en dos fases a las que por hacer un planeamiento sencillo
y comprensible se denominaron «fase Alfa» y «fase Interarmas». En la primera de ellas, que se
desarrolló entre los días 2 y 7 de marzo, se llevó a cabo la instrucción y adiestramiento a nivel escuadrón/
compañía/batería, alcanzando cada unidad los objetivos previstos para esta fase mediante
las actividades que tenían programadas y preparadas.
Para que todo estuviese coordinado, se estableció un centro de operaciones tácticas (TOC), en
el que el coronel jefe del Regimiento Montesa 3, Eduardo García Tafalla, se instaló como EXDIR.
Desde el cual se pudieron seguir y coordinar todos los movimientos de las unidades por el campo de
maniobras. Los miembros de la Compañía de Transmisiones instalaron un relé que aseguró el enlace
durante todo el ejercicio permitiendo al TOC llevar a cabo sus cometidos.
Imprescindible resultó la figura del oficial de seguridad y tiro (OST) conocedor de toda la normativa
que podía afectar a las unidades en el campo de maniobras y que había establecido, desde
semanas antes de la proyección, los contactos necesarios con el CENAD y con el GACA VII, unidad
con la que compartíamos el campo y que ofreció un verdadero reto de coordinación para poder
alcanzar los objetivos marcados sin llegar a vernos afectados por las baterías de artillería de esta
unidad repartidas por todo el campo de maniobras. Un trabajo que llegó a ser quirúrgico y que permitió
a las unidades de la COGECEU alcanzar sus objetivos de adiestramiento satisfactoriamente.
La segunda fase, interarmas, consistió en un tema táctico que implicó a todas las unidades
desplegadas para el ejercicio. Para esta fase se contó con el apoyo de la Unidad Enemiga del CENAD
SG, que simuló secciones mecanizadas y acorazadas. Todo ello confirió gran realismo al tema,
durante el cual se combinaron despliegues y situaciones tácticas con tiro real de todos los calibres.