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AEROPLANO 28

todos los días, pues hay una playa muy buena cerca del aeródromo y ya la estamos preparando para el verano”74. “Aquí ya creo que empezarán enseguida las operaciones, hoy pensaba hacer una y se ha suspendido por el tiempo, pues está amenazando lluvia, creo que estas serán bastante duras. Ayer estuvo aquí el Alto Comisario visitando el aeródromo con Sanjurjo, ya han empezado a venir más aparatos, así que esto se está poniendo muy bonito, dentro de unos días habrá en vuelo treinta equipos”75. El 24 de junio, un accidente aéreo sucedido tras la visita del general Echagüe a Nador, costó la vida a los tenientes Mateo y Morenés: “Por esta, solo lo ocurrido el sábado, que ya os habréis enterado por los periódicos y que tuve la desgracia de ver, fue horrible y luego me temía que hubiese pasado más, menos mal que por fortuna para los que lo presenciaban no le ocurrió nada”76. En julio empieza a tomar cuerpo la posibilidad real de disfrutar del primer permiso en muchos meses: “Ya han telegrafiado del Ministerio a esta, autorizando a cuatro para irnos con permiso, así que aun cuando yo no pensaba ir hasta el mes de agosto, puede ser que vaya antes, depende de cuándo se hagan unas operaciones que hay en proyecto para estos días y que quiero asistir a ellas”77. “El día 28 llegará a Melilla el general Burguete y espero que cuando termine la visita me podré ir y después de la revista, como es natural, así que el 3 ó el 4 saldré y llegaré el 5 ó el 6”78. EL CURSO DE PILOTO El 2 de agosto, Paredes retornó a Cuatro Vientos, finalizando su etapa como observador de aeroplano en una época particularmente agitada del Protectorado. Por sus servicios, había sido condecorado con una Cruz del Mérito Militar con distintivo rojo y fue citado como distinguido en dos ocasiones. El 5 de septiembre pasó a la Escuela de Getafe para iniciar las prácticas de piloto, abriendo así un nuevo horizonte en su vida aeronáutica. Aquí también concluyen las cartas que su familia ha conservado de esa época. Solo queda una más, enviada ya desde Madrid en septiembre, en la que daba cuenta de su nuevo alojamiento, con capacidad suficiente para albergar también a su hermano Félix y ayudarle en sus estudios. A primeros de junio de 1923, pasó destinado en prácticas a la Escuela de Clasificación de Cuatro Vientos, y obtuvo su licencia de piloto el 7 de septiembre. Tres días después fue destinado a los Grupos de Escuadrillas de Melilla, y quedó encuadrado en la Primera Escuadrilla de Bristol a las órdenes de uno de los “grandes”: el capitán Juan Ortiz Muñoz, quien dos semanas después sería condecorado con la Medalla Militar por sus méritos en campaña. CON EL BRISTOL EN ÁFRICA: “ARBOLITO” En noviembre, con su unidad plenamente operativa, se sucedieron los apoyos aéreos a las operaciones, y participó en tres bombardeos en Beni-Bu-Yari del Llano y camino de Annual. En diciembre, de nuevo bombardeó Beni-Bu-Yari, y además Afrau, la llanura del Guerruau y el campamento de Burrahay. En enero de 1924, las escuadrillas realizaron servicios de reconocimiento sobre los valles de los ríos Neckor y Guis y los poblados de Ait-Kamara, a fin de comprobar si era cierto que se estuviese construyendo un aeródromo al que habrían llegado varios aviones adquiridos por el enemigo. En febrero, la actividad fue especialmente intensa en el sector de Tizzi Azza, complicándose progresivamente en marzo. El día 18, y llevando como bombardero al sargento Severino Morenza, intervino en un apoyo aéreo para proteger el convoy que se dirigía a Issen Lassen. Después de lanzar sus bombas, intentó ametrallar a un grupo de jinetes que pretendía situarse a la altura del flanco izquierdo del convoy. El motor de su Bristol fue entonces alcanzado por fuego desde tierra y se paró; mientras planeaban para tomar tierra algunos de los jinetes rifeños se lanzaron al galope en su persecución. El aparato aterrizó a orillas del río Kert bajo el fuego del enemigo a caballo; ambos aviadores tomaron los fusiles que llevaban a bordo y se aprestaron a plantarles cara, mientras los rifeños tomaban posiciones para atacar. No tardó en aparecer una sección de Caballería enviada por nuestras fuerzas, que cargó contra el enemigo y lo puso en fuga; el avión sería más tarde remolcado hasta lugar seguro y reparado. El relato de los hechos fue recogido de esta forma en su hoja de servicios: “El día 18 efectúa un bombardeo de una hora y diez minutos de duración en las inmediaciones de Issen Lassen, recibiendo el aparato varios disparos del enemigo, a consecuencia de los cuales se vio obligado a aterrizar en campo enemigo, y siendo atacado por éste (sic) en varios grupos, regresando al aeródromo sin novedad, siendo citado como distinguido en la Orden de las Fuerzas Aéreas de Marruecos el día 22 del mismo mes en la siguiente forma: el teniente piloto don Eusebio Paredes, obligando a los Askaris de la Mehal-la a que acudiesen después en su socorro, a cambiar el pensamiento de estos de quemar el aparato y retirarse a la posición por el de resistir y defenderse, dio una prueba de las más altas virtudes militares, de energía y de capacidad de mando, poniendo de relieve no solo su serenidad de piloto, sino lo que vale más, o sea, su espíritu de sacrificio personal demostrado en su deseo constante de salvar el aparato a todo trance”. La familia del protagonista relató a los autores que tras la toma de tierra el 87 Otra instantánea de un pensativo capitán Paredes en las dependencias del gabinete fotográfico de Cuatro Vientos. (Archivo S. Guillén). Eusebio Paredes, con aspecto cansado, con el capitán Juan Quintana, poco antes de estallar la guerra civil. (Archivo S. Guillén).


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