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136 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 1 / 2013 e. No existe “el dilema del dictador”. Para los ciberpesimistas es un error creer que las tiranías no pueden desarrollar un sistema que les permita controlar internet, sin renunciar por ello a sus beneficios económicos. Existen numerosos ejemplos de cómo es posible ejercer un sutil control de la red por parte de gobiernos que no han renunciado a la integración de sus economías en el mercado global19. La clave se encuentra en ejercer esta intervención a través de vías que permitan que sus ciudadanos no tengan conciencia de que están haciendo uso de un instrumento que se encuentra limitado en cuanto a su capacidad de acceder a determinados contenidos20. Uno de los más destacados es el caso chino. Su gobierno ha sido capaz de conjugar de manera sostenida un férreo control político del ciberespacio y unas elevadas tasas de crecimiento económico. Para alcanzarlo, ha recurrido a mecanismos como la externalización (crowdsourcing) en la propia sociedad china de las tareas de censura y represión ideológica. Uno de los ejemplos más célebres es el llamado “Partido de los 50 centavos”. Con este nombre se alude a la cantidad de dinero que, supuestamente, reciben por cada contribución los internautas que prestan su apoyo al régimen chino, patrullando la red; participando en chats y en foros donde se discute de política, o simplemente llenando el ciberespacio de contenidos de apoyo al régimen. Según algunos estudios21, los miembros de este “partido” pueden llegar a los 280.000 usuarios de internet, una cifra que le ha permitido al gobierno chino ejercer un control real sobre la inmensidad de información e interacciones que tienen lugar cada día en el ciberespacio. Otra interesante muestra de esta externalización la podemos encontrar en Irán. Tras las protestas por el fraude electoral de 2009, los iraníes que jalearon estas manifestaciones en internet dejaron tras de sí un rastro (tanto virtual como físico) que permitió al régimen crear un auténtico catálogo de oponentes políticos. Las autoridades pusieron entonces en marcha un website donde se publicaron más de un centenar de fotos que la policía había tomado de los manifestantes, con la intención de que los internautas les ayudasen a identificar a los disidentes. Otra causa que explica por qué la censura de internet en estos países tiene un carácter discreto es que, en ocasiones, no son los gobiernos quienes directamente censuran la red, sino que son las propias empresas prestatarias de servicios las que se encargan de realizar dichas funciones22. Este tipo de gobiernos exigen a 19  SCHMIDT, E. and COHEN, J. (2010): “The Digital Disruption”, Foreign Affairs, Vol. 89, Nº 6, pags. 75-85. 20  MACKINNON, R. (2011): “China’s “Networked Authoritarianism”, Journal of Democracy, Vol. 22, nº 2, pags. 32-46. 21  COOK. S. (2011): “China’s growing army of paid internet commentators”, Freedom at Issue, (October 10) 22  MACKINNON, R. (2012): Consent of the Networked: The Worldwide Struggle For Internet Freedom, New York: Basic Books.


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