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REVISTA IEEE 1

22 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 1 / 2013 presencia de maniquíes que simulen portar armas, disparo de bengalas hacia los piratas, instalación de medidas defensivas como concertinas, cañones acústicos, etc. Es importante destacar el notable aumento en los dos últimos años de la presencia de seguridad privada, hasta el punto de que, en 2011, un 35% de los barcos atacados llevaba a bordo un equipo armado de seguridad privada. Cada vez es más frecuente comunicar que un buque que ha sido atacado dos veces lleve en la segunda de las ocasiones un equipo de seguridad a bordo. Una de las estrategias defensivas más exitosa consiste en el encierro de toda la tripulación en un lugar seguro, conocido como habitación del pánico o ciudadela, después de enviar un mensaje de auxilio, inutilizar los motores o impedir desde el lugar de encierro su normal funcionamiento. De esta manera, aunque los piratas hayan abordado el barco, se encuentran con la imposibilidad material de manejarlo y, habitualmente, al cabo de unas horas, acaban por abandonarlo. Se trata de una recomendación propuesta por el IMB, en junio de 2009, que se ha usado cada vez con más frecuencia. Al año siguiente, fue puesta en marcha con éxito en casi una veintena de casos; y, en 2011, fue utilizada satisfactoriamente en 66 ataques. Sin embargo, en dos ocasiones los piratas pudieron acceder al lugar donde la tripulación se creía segura y secuestrar el barco. Los barcos atacados piden ayuda en un 80% de los casos, y la reciben en un 26%. Parece lógico que todo barco que está sufriendo un ataque advierta de su situación y solicite ayuda, pero nos consta que existen ataques que no son reportados ni denunciados por quienes los sufren. Mención especial merece el número de ocasiones en que, tras solicitar ayuda, ésta fue recibida por medio de una unidad militar aérea o naval. Se recibe más ayuda en el golfo de Adén (un 33% de los casos), dato lógico si se tiene en cuenta que existe en el mismo un corredor de seguridad. Es más difícil que llegue ayuda hasta el mar Rojo (un 25%) o al Índico (sólo un 11%). En la tabla IV, aparece el número de buques abordados o secuestrados. El destacable descenso de la actividad pirata en el año 2006 parece estar relacionada con la supresión de las bases piratas, llevada a cabo por la Unión de Tribunales Islámicos durante buena parte de dicho año. Su posterior derrota a manos de las tropas etíopes permitió, sin embargo, un repunte de la actividad pirata. El número total de barcos abordados o secuestrados ha sufrido una tendencia creciente desde 2007, y espectacular a partir de 2008. De los 209 buques secuestrados, el 37% lo fueron en el golfo de Adén, seguido del Índico y Somalia, con un 20% y un 19%, respectivamente. 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 17 6 12 46 53 75 50 Tabla IV: Número de buques secuestrados/abordados Podemos medir los éxitos de los piratas somalíes cotejando el número de secuestros con el número total de ataques. En este caso, la tasa de éxito ha sido, de media, de un 21%. Sin embargo, en 2011 ha caído a la mitad (un 10%). Como puede observarse en la tabla IV, se ha producido una significativa reducción en el número de buques abordados y secuestrados por piratas somalíes en el año 2011.


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