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30 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 1 / 2013 recomendar que la navegación se realice cada vez más lejos de la costa somalí. En la actualidad, los piratas somalíes han logrado alcanzar casi cualquier parte del Índico occidental, entre la costa de Somalia y la India, llegando por el norte hasta Irán y por el sur hasta Mozambique. Ha sido la presión militar sufrida por los piratas en el golfo de Adén lo que ha propiciado el cambio de su modus operandi y que naveguen a cientos de millas de la costa para lanzar sus ataques. Los grupos piratas somalíes parecen combinar la acción en alta mar, durante los meses en que los monzones son menos perceptibles, de marzo a mayo y de septiembre a noviembre, con el despliegue de su actividad en áreas que quedan, en buena medida, a resguardo del clima durante todo el año: el mar Rojo, el golfo de Adén o el área costera de Omán. Parece claro que los piratas acomodan su actividad delictiva según el estado de la mar. Los piratas parecen haber adaptado su estrategia a la presencia de los corredores de seguridad. En mayo de 2009, iniciaron en el golfo de Adén una serie de ataques nocturnos, hasta entonces poco habituales. Ante la falta de resultados, lanzaron otros coordinados, a la misma hora y contra varios buques, con el fin de burlar la presencia militar. El dominio marítimo somalí es una zona de actividad pirata en declive. Si en los años previos los ataques se desarrollaban desde esquifes que partían de la costa, la utilización de buques nodriza como plataformas de operaciones en alta mar ha permitido la expansión de la actividad pirata a cientos de millas del litoral. Este hecho, unido a que la navegación en las proximidades de la costa somalí se ha reducido notablemente, por la propia actuación de los piratas, ha influido en que los ataques en Somalia se hayan reducido, pero sin desaparecer de forma definitiva. En 2010, el Índico superó por primera vez al golfo de Adén como el área más productiva para los piratas somalíes. Ese año, el 31% de todos los secuestros se produjeron en el Índico. En 2011, se confirmó el punto de inflexión: un 51% de todos los secuestros se sucedieron en el Índico. El mayor número de ocasiones en que se recibió ayuda fue en 2008, cuando más del 80% de los ataques se concentraron en el golfo de Adén. Ese agosto, la creación de un corredor de seguridad marítima propició que los buques pudieran atravesarlo con un grado de protección que previamente no existía. No es casualidad que todas las embarcaciones que recibieron ayuda, en 2008, surcaran aguas del golfo de Adén; tampoco que, de las 60 ocasiones en que se recibió ese mismo año, nada menos que 48 (el 80%), se hayan producido desde la puesta en marcha del corredor de seguridad, es decir, en poco más de cuatro meses. Posteriormente, la actividad pirata se ha ido desplazando hacia otras áreas, y el golfo de Adén ha tenido un protagonismo menor. El objetivo estratégico de los piratas parece claro. Dado que las patrullas desplegadas por la presencia naval internacional están logrando su objetivo de reducir la tasa de éxitos piratas en esa zona, los atacantes pretenden obligar a las fuerzas aeronavales a ampliar al máximo su radio de acción. Con ello, esperan que las unidades militares tengan mayores dificultades para desarro


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