Page 20

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 841

Con estos mimbres se podría pensar que la historia del JV 44 estuviera llena de derribos y medallas. Lo cierto y verdad es que no fue así: constantes cambios de ubicación por el avance sistemático de los aliados, junto con el hecho de que jamás contaran con más de seis Me 262 operativos simultáneamente y que únicamente pudieran combatir dos meses antes de la rendición incondicional a los aliados hicieron que los esfuerzos de todos esos ases fueran poco menos que marginales. La historia dice que cuando el JV 44 fue desmantelado, había obtenido 47 victorias sobre aviones aliados –entre abril y mayo de 1945– perdiendo a cambio unos nueve aparatos, si bien esta cifra no está contrastada4. Se esperaba del JV 44 que tuviese una relación de victorias cercana a 20:1, es decir, derribar 20 aviones enemigos por cada avión propio derribado. Realmente su letalidad comparada con el resto de unidades de la Luftwaffe llegó a esas cotas pero tomando en consideración sólo derribos enemigos, derribos propios y relación de fuerzas, la proporción quedó en un mucho más humilde 9:1. Y aunque pueda parecer un número realmente esperanzador, se reduce a 3:1 al tomar en consideración las Leyes de Lancaster. Y con una relación de 3:1 y sólo dos meses de operación real, el JV 44 no pasó de ser una imagen de lo que pudo haber sido y no fue por diversos motivos. Las Leyes de Lanchaster son una serie de ecuaciones diferenciales que establecen la resistencia entre dos ejércitos que se están disparando entre sí. Fueron desarrolladas por Frederick Lanchester en 1916, en plena I Guerra Mundial, con el fin de establecer el balance de fuerzas entre dos entidades que combaten. Desarrolló primero la Ley Lineal de Lanchester, que tiene en cuenta combates antiguos, sin armas de fuego o con disparos realizados al azar, para luego pasar a desarrollar la Ley Cuadrática de Lanchester, que ya toma en consideración que un único atacante pueda batir varios blancos y que se pueda recibir impactos desde diversas direcciones o enemigos. Grosso modo, la Ley Cuadrática establece que por mucha calidad que haya en un bando, esta se reduce a la proporción de 3:1. Estas leyes se aplican sobre todo al combate con armas de fuego; para combate con salvas de misiles se desarrolló posteriormente lo que ha venido en denominarse el Modelo de Combate en Salvas. En este último modelo, pensado para buques que combaten mediante lanzamientos de salvas de misiles –aunque, con ciertas modificaciones, podría usarse para combate aéreo–, se toman una serie de parámetros que se detallan a continuación: para una facción, digamos Azul, se tiene un número de efectivos A, una capacidad ofensiva de los mismos α, una capacidad defensiva o de denegación de acierto de misiles enemigos y (en el modelo de combate en salvas, este parámetro hace referencia a las capacidades de defensa activa de los buques implicados; para combate aéreo, bastaría con tomar en consideración las capacidades de guerra electrónica y la agilidad de los elementos contemplados para incluir los misiles derrotados cinemáticamente), una resiliencia o capacidad de absorber 178 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2015


REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 841
To see the actual publication please follow the link above