Hoy, en compañía del capitán Eduardo Zamarripa Martínez, piloto de “Phantom”, destacado esta semana como “Controlador de Tiro” y el jefe del Polígono teniente Ricardo Campos Peciño (fotografía) los hemos visitado aquí. Camuflados, su aspecto no podía ser más penoso; machacados por las inclemencias meteorológicas, y barridos por las armas de los nuevos cazadores. Al fin y al cabo, útiles después de morir, pensamos. Hace 25 años Máximo empleo Madrid 26 abril 1991 Previa deliberación del Consejo de Ministros reunido hoy, S.M. el Rey ha firmado un Real Decreto que dice: En atención a los méritos personales excepcionales que concurren en el Teniente General en situación de Segunda Reserva, don Ángel Salas Larrazabal, vengo a promoverle al empleo de Capitán General del Ejército del Aire con carácter honorífico. Presente y futuro Fue en el verano de 1964, el Equipo Nacional de Vuelo Acrobático huyendo de los calores de Madrid, había llegado al aeropuerto de Bilbao-Sondica (R de A.7-8/2004) para continuar su entrenamiento, en el mismo escenario donde se disputaría el III Campeonato Mundial. Como tantas veces, este cronista se acercó a presenciarlo, llevando esta vez en la “Vespa” a su sobrino y ahijado “Quique” Zubiaga; nieto de Manolo Zubiaga, piloto de 1913, quien aún seguía volando en su propia avioneta, ahora una Cessna 172. El teniente Ángel Negrón, un apasionado de la aviación y el más joven del Equipo, viendo que el chaval se entusiasmaba con los aviones, sobre el asiento del “scooter” le pintó un potente caza. Ambos, por distintas vías, gozaron de la aviación y encima... les pagaron por ello; pero, vayamos por partes. Angelito, ¡No corre el tiempo, sino vuela! se nos fue ya va a hacer dos años, pero no quiero desaprovechar esta oportunidad para recordarlo. Hijo del heroico teniente coronel Manolo Negrón, jefe de un Grupo de “Cadena” caído en combate (Medalla Militar y Ascenso a título póstumo), ocupando “plaza de gracia” ingresó en la AGA (XII promoción) donde junto a mis amigos de la XI Héctor de Haya, Carlos G.Jordana, Willy Ruiz- Casaux.y lógicamente, el Príncipe Juan Carlos de Borbón, formó la escolta a la Bandera. Ya teniente, pasó por Matacán a volar el T-6, donde le conocí; y tras el curso básico, fue destinado a los “Messer” (Buchones) de El Copero. Ya me han suelto –me escribía– y ahora salgo a dar volteretas y familiarizarme con él. ¡Es fantástico! En lo que más me gusta es en picados y tirones y también, naturalmente, en acrobacia. Es el avión ideal para gente joven y con ganas de disfrutar del vuelo. Dos meses después, iniciaba en Talavera la Real los cursos de reactores en T-33, y transformación al “Sabre”. Éste, es lo más bonito de volar que te puedes hacer idea. La acrobacia la hace casi solo, aunque es algo dura, porque se cogen 4 ges o más y a pesar del traje anti-G, se nota lo suyo. Así y todo, creyéndose para sí mismo –estoy seguro– un “As” de la Guerra de Corea, obtiene el nº 1. Destinado al Ala 4, vuela mucho en los “Sabres” de Mallorca, y hace tiro y alarmas, hasta su disolución; pasa entonces al Ala nº 6 de Torrejón con el mismo material, y es seleccionado para el Equipo Nacional de Vuelo Acrobático, participando, como hemos visto en el Campeonato de Bilbao, donde se clasifica en un meritorio 9º puesto entre 45 pilotos; no en vano, en los cinco meses de entrenamientos, hizo 461 vuelos. De vuelta a Torrejón, el 13 de junio de 1965, lleva a cabo su último vuelo en “Sabre”; justamente con una exhibición, representando a la Unidad, en un grandioso festival hispano norteamericano; su dominio y espectacularidad merecieron muchas felicitaciones. Treinta días después, empezaba a volar el F-104 “Starfighter”. Tiene navegador inercial –me contaba–. El armamento es impresionante; bombas, cohetes, misiles guiados por infrarrojos y el cañón de 20 mm y 4.000 disparos por minuto. El motor a Mach 2 desarrolla más de 7.000 Kg/e. Puede trepar a 30.000 pies en minuto y medio. Solo te diré, que a Mach 2, Torrejón-Palma se hace en 16 minutos. En 1970 hace en Francia el curso de Mirage III, y trae a Manises uno de los primeros ocho aviones para el Ala 11, donde se quedó un tiempo y vuelve a Torrejón; ya, para despedir al “Starfighter”, participa en el último vuelo conjunto de todo el Escuadrón en el Desfile de la Victoria en Madrid. Diez días después se disolvía la Unidad, devolviendo intactos los 21 aviones que sin accidentes graves, habían totalizado más de 17.000 horas de vuelo. Hace en Francia, en Mont de Marsan, el curso de instructor diurno y nocturno de MirageIII y, en Torrejón de nuevo, la transformación para volar el poderoso “Phantom”, destino en el que cumple 31 meses. Conocida su habilidad y experiencia, evalúa en Istres el prototipo monoplaza del Mirage F-1 ¡Alcancé Mach 2 en el primer vuelo! me contaba. Luego, toma parte en la organización del Ala 14 de Albacete, que acogería a los F-1. Era capitán y más adelante como teniente coronel volvió dos años a la base manchega. Comandante hace el Curso de Estado Mayor y es destinado al Mando Aéreo de Combate, asistiendo en Roma a un curso en el NATO Collage Defense. Habiendo volado de todo, hablando inglés, francés e italiano, el coronel Negrón hace las funciones de “pensante” en el E.M de la Defensa, en el MACOM y MALOG donde interviene en el programa “Eurofighter” y en 1988 le llega el pase a la reserva. Lector empedernido de la historia de la aviación, de los hechos de los grandes ases, Angelito busca consuelo en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica al que dedica no pocas horas. Participa en la organización de Festivales y un día, aquel que tanto y tan bien voló, quien fue un lujo para el Ejército del Aire, “tocado” de grave enfermedad, discretamente se nos fue, dejándonos su recuerdo, un gran recuerdo. Quique Zubiaga, aunque desde niño estuvo seguro de cual era su camino, luego de cursar el bachiller en Gaztelueta y dos años de Derecho en la Universidad de Deusto, convenció en casa que lo suyo era la aviación. En 1975-77 se hace piloto en el Aero Club de San Sebastián, obteniendo “el comercial” en Menorca y el “C” de Vuelo Sin Motor en Monflorite. Marcha a América y en la Flight Safety International convalida títulos. También en Florida, en la escuela Pro Flite of Vero Inc, hace los cursos de instrumentos y polimotores, así como el de instructor y piloto línea aérea. Contratado por la citada escuela durante año y medio ejerció de instructor. Ya con experiencia, acrecentada por unos cuantos vuelos “ferry” trasladando avionetas de uno a otro lugar, en 1981 marcha a Monterrey (México) donde como comandante durante año y medio vuela el Cessna “Citation” y otros aviones de una empresa de productos químicos. De vuelta a España ejerce de instructor en el Real Aero Club de Vizcaya y con un alumno acude en USA al grandioso festival de Oshkosh 1987. Alquila una Cessna 183 en Nueva York y hace una excursión de 9.000 Km, sumando 36 horas de vuelo. Con casi 5.000 horas, entra en Spantax. ¡Que bueno el DC-10! –comentaba–. Al desaparecer aquella, pasa a Iberia, donde, como comandante, vuela DC-9 ¡Fantástico! MD- 87, Airbus 320 y 340; en este tetrareactor realizó, ahora ha hecho un año, su último vuelo Lima-Madrid. En su cartilla 20.000 horas. Ahora, a disfrutar de la vida. Momentos para recordar REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Abril 2016 347
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 852
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