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Revista de Aeronáutica y Astronáutica 849

Igualmente, un año antes de la creación oficial de la Escuela se empezó a preparar el cuadro docente, y la obtención y generación propia de una importante cantidad de documentación. Así actualmente ya podemos hablar de que estamos ante el centro de referencia para todas las FAS, dado que progresivamente han ido pasando por la Escuela también el personal de la Armada. La citada Institución, gracias en buena parte a la formación obtenida por sus profesionales en Matacán, pudo poner en servicio en un tiempo record su sistema de RPAS Boeing/Insitu ScanEagle, que ha dado un brillante resultado durante su despliegue a bordo del navío anfibio Galicia en aguas del Cuerno de África en el marco de la operación “Atalanta”. También han pasado por el Centro veinte miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME), y ocho miembros de la Guardia Civil este mismo año, para obtener la titulación del tipo I. Igualmente el centro se abre a los profesionales de la industria nacional que trabajan en el desarrollo de estos sistemas. De hecho, empresas de primera fila como Airbus DS, INDRA, Thales, y el INTA (Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial) han mandado su personal a Matacán tanto para realizar cursos de convalidación como de obtención. FORMACIÓN REGLADA, BASADA EN DOS TIPOS DE LICENCIAS Cuando se planteó qué titulaciones se debían ofrecer en la Escuela de Uno de los experimentados profesores de la Escuela de UAS. UAS, lo primero que se decidió es que no se podían ceñir a modelos determinados, ya que en la actualidad existen alrededor de 2.000 tipos diferentes de UAS y cada mes se presentan nuevos. Estamos ante un sector totalmente en alza, que diseña y produce modelos que van desde el tamaño de un pequeño pájaro hasta aparatos como el Global Hawk, casi tan largo como un cazabombardero F/A- 18 y con una envergadura alar casi 2,5 veces mayor, pasando por una amplia gama de tamaños, formas y cargas de pago. Para poner un cierto orden la OTAN los ha agrupado en tres clases distintas en función del peso al despegue, su techo operativo y alcance, entre otros parámetros. La Escuela ha seguido, como no podía ser de otra forma, esta diferenciación, y teniendo en cuenta los modelos que se operan en España, ha determinado englobar en dos titulaciones distintas los tres tipos de RPAS que cataloga la OTAN. En función de esta clasificación la escuela imparte e expide dos tipos de cursos y sus correspondientes licencias de vuelo: uno para las aeronaves de hasta 150 kilogramos, la denominada de Tipo I; y la de Tipo II, que posibilita pilotar RPAS de a partir de 150 kilos, que englobaría las clasificaciones de la OTAN de las Clase II y III. Así en la primera categoría se encuentran los mencionados Raven y ScanEagle, mientras que a la segunda pertenece el Searcher. Recordar que estos últimos sistemas que emplea España son de los denominados de empleo táctico, aunque la titulación del Tipo II también incluye los estratégicos, los que define la OTAN como de Clase III, que tienen un mayor peso, techo y alcance que los tácticos, como es el mencionado Predator B, que el Consejo de Ministros autorizó a adquirir el pasado 30 de octubre. Los MQ-9 también pueden ser armados, una capacidad que Italia parece estar a punto de adquirir. Tras años de operar su flota de seis Reaper como plataformas ISR, estaría a punto de contratar un completo paquete de armamento, apoyo y formación valorado en 129 millones de dólares. Actualmente, tanto Estados Unidos como Reino Unido emplean sus Reaper en escenarios como los de Pakistán, Afganistán, Irak, Siria y Yemen para neutralizar definitivamente a los terroristas islámicos. El EADA emplea tanto el sistema RQ-11 Raven (en la imagen), como el RQ-12 Wasp. 1042 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2015


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