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HISTORIA MILITAR DE LA GUERRA CIVIL EN MADRID - FUENTES PRIMARIAS -

La precisión de tiro, especialmente sobre los objetivos militares, era relativa. Incluso descendiendo a 300 metros el avión de bombardeo no ha sido siempre capaz de mejorar los resultados de forma apreciable. Un avión que vuela a 30 metros del suelo y a 360 km/h necesita lanzar una bomba a 250 metros del blanco. Cuanta mayor sea la altura del bombardeo mayor es la distancia al objetivo. Dificultad de estimar la distancia y el momento de soltar la bomba. Bombardeo en picado. El avión llega sobre el objetivo a gran altura y pica con 60º de inclinación, lanzando la bomba desde muy pequeña altura. La velocidad aumenta a los 600 km/h y más. La defensa antiaérea es muy difícil. Es un bombardeo por sorpresa. Exige capacidades extraordinarias de los pilotos y resistencias a la fatiga muy altas del avión. Por esta razón los aviones italianos y alemanes, con estructuras muy débiles, no han recurrido a este método. Con el método normal, para tener éxito, se necesita atacar objetivos con dimensiones de 500 a 600 metros de largo por 150 a 200 metros de ancho. Por esta razón los bombardeos en Madrid a los puentes o a las posiciones de baterías han tenido resultados casi enteramente negativos, incluso cuando el ataque se ha hecho a unos centenares de metros, sin tener en cuenta el fuego de la artillería antiaérea del enemigo. Para objetivos de grandes superficies, la aviación ha demostrado ser tan eficaz como la artillería o superior. Son necesarios 3.000 kilos de bombas para destruir, en una ciudad, una superficie de una hectárea (100 x 100 metros). MV. La dimensión de un objetivo de 500/600 x 150/200 supone una superficie de diez hectáreas. Se pone de manifiesto la imprecisión del tiro y la necesidad de hacer bombardeos repetidos sobre un mismo objetivo. La Guerra empezó en España. Julio Álvarez del Vayo. Editorial Séneca, Lucero, México, 1940. Página 205. Imprecisión de la Aviación de bombardeo. El arma aérea obtuvo en la guerra española más fracasos que éxitos al bombardear objetivos pequeños (puentes, puestos de mando o de observación, edificios aislados, etc). Los objetivos menores de una hectárea de superficie, estaban a salvo y para que el ataque tuviera alguna posibilidad de éxito, debía realizarse en condiciones de perfecta visibilidad y a una altura no mayor de mil metros. Desde un punto de vista militar debe tenerse en cuenta, sin embargo, que los blancos más importantes son los que se hacen sobre objetivos pequeños. MV. Precisamente la imprecisión de los impactos supone que son atacados puntos próximos al objetivo militar. Los impactos son aleatorios. Por eso internacionalmente se pide que los objetivos militares se ubiquen fuera de las poblaciones para no atraer las bombas sobre los civiles. El caso de Madrid es el contrario; como todos los objetivos militares importantes eran urbanos los bombardeos impactaron sobre la población. Página 206. Bombardeos aéreos. Eficacia. De informes republicanos se demuestra que para efectuar la destrucción total de una planta industrial hace falta de un cuarto a media tonelada de bombas; para edificios urbanos, de una a dos toneladas; y cuatro veces esta cifra para los objetivos militares. Para convertir en un montón de ruinas una hectárea de una ciudad, hacen falta de una a dos toneladas de bombas. Se recuerda que un avión de bombardeo no puede llevar más de dos toneladas de bombas. FUENTES PRIMARIAS No está permitida la reproducción total o parcial de este documento por ningún medio, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del Copyright 2404

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