Helicopteros, un cambio de epoca

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 861

El Ejército del Aire recibió sus primeros helicópteros tras la firma del acuerdo de defensa con los EE.UU. en la década de los 50. Desde entonces, ha estado operando este tipo de aeronaves ininterrumpidamente hasta nuestros días. En los primeros años, estos helicópteros se hacían cargo de todo tipo de misiones de auxilio a la población civil, cubriendo todo el espectro de misiones posibles. Con el paso de los años, y debido a la atribución de distintas responsabilidades a diversas instituciones, nacionales o autonómicas, el Ejército del Aire ha ido transfiriendo la cobertura de todo cuanto forma parte de la protección civil a los organismos competentes en la actualidad, manteniendo únicamente la responsabilidad sobre el servicio de búsqueda y salvamento aéreo, además de sus competencias puramente militares. Por descontado, existen cauces establecidos para solicitar el apoyo de estos medios en misiones de protección civil, en caso de que quienes tienen la competencia requieran su ayuda. Durante estas décadas, tanto el material empleado como las tácticas, técnicas y procedimientos, han ido evolucionando para adaptarse a los requerimientos de la misión según evolucionaba, pasando de unos helicópteros con unas capacidades muy básicas, a unos con medios especializados para la misión asignada, comparables a los que hoy utilizan nuestros aliados para llevar a cabo misiones similares. Las misiones asignadas hoy día a los helicópteros del Ejército del Aire, en el ámbito militar, son la evacuación aérea mediante helicóptero (HME), la recuperación de personal aislado (PR), el SAR de combate (CSAR), y las operaciones aéreas especiales (SAO). Además, tradicionalmente se ha encargado, y lo sigue haciendo, del transporte de autoridades nacionales o extranjeras en sus desplazamientos en helicóptero, y de la formación de esta especialidad en las Fuerzas Armadas y Guardia Civil. Hasta la fecha, se ha dispuesto de aeronaves suficientemente equipadas y tripulaciones con el entrenamiento necesario, como para acometer todas las misiones asignadas, siendo su último destacamento un ejemplo de las capacidades disponibles. Durante su despliegue en Afganistán (2005-2013) se llevó a cabo la recuperación de 1.030 personas en todo tipo de escenarios y condiciones. Garantizar que en el futuro estaremos igual de preparados que hasta ahora para cumplir con éxito cuantas misiones nos asignen, requerirá, sin lugar a dudas, seguir evolucionando para estar a la altura de las amenazas que se nos puedan presentar. Probablemente nos encontremos en este momento, no ante una época de cambios, sino ante un cambio de época. El mundo siempre ha estado sometido a cambios en todos los aspectos de su funcionamiento, pero lo que diferencia a esta época de las anteriores es la velocidad a la que estos cambios se están produciendo en todos los sectores por los avances en la tecnología, lo que a su vez condiciona los tiempos necesarios para adaptarse a las nuevas posibilidades que estos avances presentan, que se acortan más y más. EL ENTORNO FUTURO Si analizamos los conflictos de los últimos años, veremos que cada vez se dan más las situaciones de “conflictos armados no convencionales”, es decir, no hay un escenario de guerra en el sentido clásico. Además, teniendo en cuenta que el mundo se vuelve cada vez más urbano, la probabilidad de verse inmersos en conflictos en medio de la población se acrecienta, fundamentalmente en las grandes dossier XXVI Cátedra Alfredo Kindelán Helicópteros, un cambio de época IGNACIO Mª PEDROSA REY General del Ejército del Aire REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2017 193


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