423 Aviación civil

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AVIACIÓN CIVIL Breves v El primer A350-900 XWB Ultra Long Range (ULR), el avión n.º 216 de producción, realizó su primer vuelo en Toulouse el 23 de abril. Como se recordará, había salido de la cadena de montaje a finales de febrero (ver RAA n.º 873 de mayo). Debido a sus características, debe realizar un corto programa de ensayos en vuelo adicional antes de que le sea concedida la certificación que permitirá su entrega a la compañía Singapore Airlines. v El prototipo A321LR, que como se recordará realizó su primer vuelo en Hamburgo el 31 de enero (ver RAA n.º 872 de abril), ha continuado realizando vuelos de prueba de largo alcance tanto para conseguir la certificación prevista para el segundo semestre del año en curso como para demostrar sus posibilidades a los clientes potenciales. El 11 de abril tuvo lugar un vuelo récord que le llevó desde Mahé (islas Seychelles) hasta Toulouse sin escalas, en el que recorrió 8.800 km en 11 horas. A bordo del avión se encontraban 16 ocupantes, pero para realizar la prueba en las condiciones más reales posibles se situaron a bordo 162 pasajeros simulados con el fin de reproducir la aportación de calor de sus cuerpos. Hasta ese vuelo récord, el A321LR había realizado otros 15 dentro de su programa de ensayos estipulado en cerca de 100 horas de vuelo. El A321LR tiene un peso máximo de despegue de 97.000 kg, que supera en 3.500 kg al peso del A321 convencional. Se debe fundamentalmente a una capacidad mayor de combustible que se ubica en un tercer depósito central. Incluye además una nueva configuración de puertas que permite una capacidad máxima de 240 pasajeros. v El Embraer 190-E2 entró en servicio con la compañía Widerøe de Noruega el 24 de abril en la ruta Bergen-Tromsø cuyo recorrido es de 1.244 km. Se trata del primer avión de reacción de esa compañía, que hasta entonces había estado operando con una flota de tur- La NASA y Lockheed Martin unen fuerzas en el avión supersónico de transporte Lockheed Martin está ya ., inmersa plenamente en un proceso que puede suponer la construcción de un avión comercial supersónico a finales de la próxima década. Como se recordará, en el artículo donde se recogió la evolución de la aviación civil en 2017 (RAA n.º 870 de enero-febrero de 2018) se hizo mención al memorando de entendimiento firmado el 15 de diciembre pasado entre Lockheed Martin y Aerion Corporation, destinado a examinar durante 2018 la factibilidad de un desarrollo conjunto del AS2, un avión ejecutivo definido por la segunda de ellas con capacidad para 12 pasajeros y velocidad de crucero de 1,4 mach. Con el comienzo del mes de abril, la NASA (National Aeronautics and Space Administration) concedió a Lockheed Martin un contrato para el diseño, fabricación y experimentación en vuelo del que será un nuevo avión de la legendaria familia «X» a cargo de su departamento de proyectos avanzados, más conocido como Skunk Works. Identificado por el momento como Low Boom Flight Demostrator (LBFD) constituye una nueva etapa del programa tecnológico QueSST (Quiet Supersonic Technology) de la NASA, y no es sino la propuesta presentada en él por Lockheed Martin tras serle concedido un contrato a tal efecto en febrero de 2016. El objetivo del avión experimental contratado es obtener las tecnologías necesarias y establecer las bases para construir un avión supersónico de transporte, que debería cumplir unos estándares de ruido adecuados para poder sobrevolar zonas habitadas a velocidades por encima de 1 mach. El LBFD será diseñado para volar en crucero a 55.000 pies (16.764 m) y a una velocidad de 1.512 km/h (aproximadamente 1,42 mach en condiciones de atmósfera estándar). Por su diseño aerodinámico, se estima que en esas condiciones de vuelo no se producirá estampido sónico en el suelo sino un ruido similar al del cierre de la puerta de un automóvil, unos 75 dB, que en la mayor parte de los casos pasará desapercibido entre el ruido ambiente. Las esbeltas y afiladas líneas del concepto que ha sido distribuido tanto por Lockheed Martin como por la NASA, están basadas en los ensayos realizados durante 2003 y 2004 con un Northrop F-5E modificado, cuyos resultados fueron plenamente satisfactorios, tanto que a ellos se debe de manera directa el contrato ahora concedido a Lockheed Martin. El nuevo avión X, cuya designación oficial todavía no ha sido asignada, será un monoplaza que tendrá una longitud de 28,65 m y una envergadura de 9 m. Su peso de despegue con el máximo combustible será de 14.650 kg. Su propulsión será confiada a un motor GE Aviation F.414, similar a los que emplean los cazas F/A-18E/F. El contrato asignado por la NASA a Lockheed Martin tiene un valor de 247,5 millones de dólares y entró en vigor el 2 de abril; su fecha de conclusión será el 31 de diciembre de 2021. En ese momento el avión pasará a operar bajo la completa responsabilidad de la Dibujo conceptual del Low Boom Flight Demostrator (LBFD) que desarrollará Skunk Works para la NASA. (Imagen: Lockheed Martin) REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Junio 2018 423


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