Hace 100 años Nacimiento La Coruña 19 septiembre 1919 En aquellos primeros años 50, para la chavalería que ya soñaba con la aviación, el Alcotán de afilado morro nos había puesto en el mundo, a lo que, por su lado, también habían contribuido el Pegaso Sport y el Talgo. Dejando a un lado los héroes de la guerra de los que, por relatos familiares, o la revista Avión, ya teníamos noticia, en aquel entonces surgió un aviador que, reconocido como un «manitas» por sus compañeros, nosotros lo admirábamos como un verdadero as; era el capitán Lens. Lo habíamos descubierto volando la tan atractiva Jungmeister, en la inolvidable película Alas de juventud , pero su consolidación se produjo cuando en el primer campeonato de acrobacia aérea de la postguerra, (Cuatro Vientos-RACE mayo 1952) se proclamó vencedor. ¡Y eso que sus competidores no eran mancos!; ¡vaya tíos!, los capitanes Guillermo Palanca, Vicente Aldecoa y, fuera de concurso, el príncipe Cantacuzeno. A todos tuve la suerte de conocer. el vigía Cronología de la Aviación Militar Hijo de Miguel Lens Alonso y Carmen Martínez Uriarte, Fernando había nacido en La Coruña el 19 de septiembre 1919. Recién acabado el bachillerato, al producirse el alzamiento, con 17 años se incorporó a las milicias como soldado de Artillería sin premio (voluntario) y así «hizo» la guerra. Decidido a ser aviador, al finalizar esta se incorpora a la Escuela de Badajoz, donde lleva a cabo el curso elemental y luego el de transformación en Jerez. Ya alférez, pasa por la Escuela de Caza de Reus, y en sus potentes aviones ratifica su habilidad para el vuelo. Destinado a los Chatos del 32 Regimiento (Alicante), primero, y del 33 (Valladolid), después, se decía que hacía verdaderas diabluras con ellos. Entre ambos destinos, se tiró 16 meses enseñando a volar en la Escuela de Transformación de San Javier. Luego, para profesionalizarse, pasó dos años en la Academia de Aviación, donde el estudio y la instrucción suplían las prácticas de vuelo, ya que tan solo anotó en su cartilla 35 horas y 40 minutos. Sabida es la costumbre que hay en aviación acerca de los sobrenombres, motes o apodos. Fernando Lens no se libró y, dado que a su guapísima novia (María Luz Astray) la llamaban Maruxa, a él, sus compañeros y amigos le impusieron el Maruxo. Entonces, sin duda, donde más se volaba era en las escuelas; así que, el teniente Lens regresa voluntario por seis meses a la de Transformación de San Javier, enseñando a los de la «Premi» a Española “Canario” Azaola Miembro del IHCA dominar aquellos grandotes Pavos (He-45) de la guerra, desprovistos, claro, del armamento con el que, no sin bajas, asaltaban las trincheras. Tras muchas discusiones y pareceres, renunciando a las pretensiones de León y Alcalá de Henares, la Academia General del Aire se inauguraba estableciéndose en San Javier y abriendo sus puertas a la 1.ª promoción el 15 de septiembre de 1945. y lógicamente, a ella se incorporaba nuestro personaje como profesor. Dando dobles mandos e impartiendo distintas asignaturas, cumplió seis años y 11 meses, ascendiendo en ese periodo al empleo de capitán. Luego, voluntario, ejerce un año de «proto» en la Escuela de Observadores, y asiste en la Escuela de Jerez al curso de vuelo sin visibilidad. Invitado para participar en el Meeting Internacional de Tánger, pilotando una Jungmeister de la AGA, realiza una bonita exhibición, que milagrosamente no terminó en tragedia, puesto que, cuando realizaba un último tonel rasante, antes de la toma de tierra, una fuerte racha de viento volteó su aparato, que se estrelló en plena pista. Angustiados los espectadores, aplaudieron a rabiar aliviados cuando por la megafonía se anunció que aquel audaz piloto vivía y que sus heridas no eran de gravedad. Los acuerdos firmados con EE.UU., transcendentales para las Fuerzas Armadas, iban a modernizar el Ejército del Aire. El capitán Lens marcha a América para realizar el curso de reactores en la escuela de Craig (Alabama). A su regreso se incorpora a la Escuela Hace 85 años Perfiles Logroño octubre 1934 Allá por los años 30, la Escuadra número 3, radicada en Barcelona, constaba de los grupos n.º 13, con Nieuport 52 de caza en El Prat, y n.º 23 con Breguet XIX de cooperación en Agoncillo. El teniente José Alvarez Pardo –el tan simpático Rubichi–, a través de muchísimas fotografías, retrató el ambiente de amistad que existía entre los aviadores del aeródromo logroñés. Una muestra, son estos perfiles que mostramos hoy. De derecha a izquierda José María Ugarte, un héroe, que murió en acción de guerra, le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando; Luis Navarro Garnica, el tan popular Plumas, llegaría a ser JEMA; Joaquín Escario fue asesinado en el 36, y Miguel García Pardo, después de alcanzar 12 victorias en los Fiat, murió en accidente cuatro días antes de la paz. de Reactores de Talavera la Real donde, por encargo de su director, el coronel Gavilán, en 1955 forma con T-33 la primera patrulla española de reactores. La constituyen el propio comandante Lens, de leader, junto a los capitanes Antonio Calvo Ugarte y Antonio Garcia Fontecha, de puntos, y Felipe Sequeiros, de «perro»; el éxito alcanzado por su novedad, finura y precisión de sus maniobras fue alucinante. Su debut público tuvo lugar el 17 de septiembre sobre el campo de El Calvario, en Salamanca. Nuestro personaje volvía a ser el as que años atrás nos despertara tanta admiración, solo que ahora a lo bestia, como REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Septiembre 2019 729
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