212 dossier la defensa del espacio y proporciona datos al S3TOC (se prevé su total operatividad a lo largo de 2020). Uno de los retos en esta área es la determinación de requisitos y la adquisición del software interoperable del COVE para llevar a cabo las misiones que se le asignen (con la posibilidad de promover el desarrollo de software nacional). • Interoperabilidad. Y la última área a resolver es la de la interoperabilidad. Construir una nueva capacidad desde cero constituye un verdadero desafío. Y en esta parte voy a intentar responder a la última pregunta: ¿por qué multinacionalmente? Puede que haya unos pocos países que puedan realizar estas exigentes tareas por sí mismos, pero incluso estos necesitan el apoyo o acuerdos con otros países para instalar sensores a lo largo de la superficie de la Tierra, con el fin de proporcionar la precisión oportuna requerida. Todos los elementos de esta nueva capacidad serán inútiles a menos que sean interoperables. El proceso es muy complejo, incluso para ser realizado por una sola nación, no digamos a nivel multinacional, con diferentes mentalidades, idiomas, intereses, diferentes sensores, procedimientos, etc. Además, las naciones son muy remisas a compartir datos, y solo lo hacen en aquellos que consideran estrictamente necesario. Es preciso, sin embargo, extender el concepto de que juntos somos mucho más fuertes que individualmente. Un sencillo fallo en el espacio podría significar un fallo global y posiblemente un desastre para la humanidad o, al menos, la pérdida de capacidades muy costosas y de servicios muy necesarios, lo cual es algo que no nos podemos permitir. Sin embargo, para que hacer eso posible, las naciones deben darse cuenta de que si queremos ganar en el espacio, debemos renunciar a algo. El espacio no es solo un bien global, es algo comúnmente compartido. No debemos olvidar que en este tipo de operaciones nunca caminamos solos y que si comienza un conflicto en el espacio, todos perdemos. Pero..., ¿cómo evitamos que eso suceda? Dos aspectos destaco al respecto: estableciendo reglas de comportamiento en el espacio (como las hay para el espacio aéreo) y líneas abiertas de comunicación para minimizar posibles errores de cálculo o incertidumbre. No hay mejor medida para aumentar la confianza que compartir la información crítica y oportuna necesaria para el éxito en el campo de batalla. La integración, más que la coordinación, mejorará la seguridad, la estabilidad y la sostenibilidad del espacio. Sin embargo, antes de lograr la integración, se necesitan llevar a cabo una serie de acciones, como incrementar el conocimiento general de políticos y militares, sobre la dependencia del espacio, amenazas y vulnerabilidades; aumentar el intercambio voluntario de información y datos sobre las actividades espaciales nacionales relevantes y la cooperación en diferentes áreas relacionadas; y revisar, modificar y adoptar, según necesidad, los marcos regulatorios nacionales relativos al espacio ultraterrestre. IMPLEMENTACIÓN DE LA INTEGRACIÓN Aquí el reto es cómo se implanta ese nivel de integración... Cada nación involucrada en el espacio tiene o está en camino de tener un SpOC (centro espacial de operaciones)... El primer paso podría ser establecer una red de relaciones entre todos ellos, una FEDERACIÓN de SpOCs..., pero ¿es esto eficiente? ¿Es suficiente? Como es sabido, ya existe un SpOC de Coalición en EE.UU. para la participación en esta iniciativa; a corto plazo, este podría considerarse el camino a seguir. revista de aeronáutica y astronáutica / marzo 2020
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