«HOY abrimos un nue-
La Cumbre del día 14 en Bruselas, realizada de forma presencial tras meses de pandemia, ha sido un encuentro idóneo para reforzar la solidaridad aliada.
vo capítulo para
nuestra Alianza; he
mos tomado decisiones
cruciales
para nuestro futuro
y lo hemos hecho reafirmando el
compromiso transatlántico, nuestra solidaridad
y nuestra cohesión con el firme
convencimiento de que, en una era de
competencia global y nuevas y emergentes
amenazas, Europa y América del
Norte deben mantenerse unidos y defender
juntos los valores e intereses que
compartimos». Un satisfecho secretario
general de la OTAN, Jens Stoltenberg
resumía así en rueda de prensa los resultados
de la Cumbre de Jefes de Estado
y Gobierno celebrada en Bruselas
el 14 de junio y que no defraudó ni en el
fondo ni en la forma. Era no solo el gran
estreno internacional de Joe Biden desde
su llegada al poder y el símbolo más
evidente del inicio de una nueva era de
las relaciones entre Estados Unidos y los
aliados europeos, sino también la primera
reunión presencial de los máximos
responsables de la OTAN después de
más de un año de pandemia y la Cumbre
elegida para aprobar la agenda OTAN
2030 cuya finalidad es hacer una Alianza
más fuerte y que se adapte mejor al futuro.
Esta agenda delimita los pasos a seguir
en ocho áreas prioritarias: profundizar la
consulta política, fortalecer la disuasión y
la defensa, mejorar la resiliencia, agudizar
la ventaja tecnológica, apoyar el orden internacional
basado en reglas, fomentar la
formación y el desarrollo de capacidades
de los países socios, combatir el cambio
climático y aumentar la inversión en los
aspectos civiles y militares de la Alianza.
Además, y para dar solidez a esta
visión de la OTAN, acordaron desarrollar
un nuevo concepto estratégico que se
convierta en la referencia doctrinal en los
próximos diez años y que será aprobado
en Madrid, elegida como sede para
la próxima Cumbre que se celebrará en
la primavera de 2022. En rueda conjunta
celebrada con el presidente del Gobierno
español, Pedro Sánchez, el máximo
responsable de la Alianza afirmó que la
reunión de Madrid será «una gran oportunidad
para conmemorar el 40 aniversario
del ingreso de España en la OTAN
y para darle las gracias por ser un aliado
tan firme y comprometido durante estas
cuatro décadas».
En este sentido Stoltenberg explicó
que «hay muchas formas de contribuir a
nuestra seguridad compartida y España
no solo ha aumentado el gasto en defensa,
sino que también incluye una significativa
contribución a las misiones y
operaciones de la OTAN, desarrolla importantes
capacidades y trabaja con los
aliados en muchas otras formas como
parte de nuestra defensa colectiva». En
concreto, el secretario general puntualizó
que nuestro país «participa en el grupo
de combate de Letonia, contribuye
a la vigilancia aérea del Báltico, alberga
los barcos para la defensa antimisiles
balísticos Aegis en Rota, sus tropas
han servido en Afganistán y también ha
Apoyar el orden
internacional
basado en reglas
es la piedra angular
de una Alianza que
mira al futuro
8 Revista Española de Defensa Julio/Agosto 2021
OTAN