Pasado, Presente y Futuro <<
SOS. DEL SOCORRO, A LAS «TETAS»,
P A S A N D O P O R E L C U P L É
Francisco José Tortosa Antón
Teniente coronel retirado
SOS. Sirva este acrónimo para definir
que la Sangre lleva al Oro ‒al brillo del
triunfo‒ y que, una vez lo consigues, te
obliga a derramar más Sangre. Y para
eso llegó La Legión. Pero también era
la señal para pedir auxilio, el famoso
soniquete transmitido por telegrafía, que
el código Morse definió como: •••(S)---
(O)•••(S).
No fue así como se alertó al Tercio en la
madrugada del 22 de julio de 1921, para
que fuera al socorro de Melilla. Fue una
llamada telefónica al campamento de
Rokba el Gozal, donde se encontraba
también Millán-Astray. Había que ir
cuanto antes a Tetuán. Tras un sorteo, fue
agraciada la I Bandera del comandante
Franco, que partiría con la 4ª Compañía
de la II y esta Bandera, a su vez, saldría
desde Ben Karrich, al mismo destino.
A las 04:30 emprenden la marcha, de
casi 100 kilómetros, que les llevaría al
Fondak de Ain Yedida, adonde llegan a
las 22:30. Se cena rancho en frío ante
la imposibilidad de encender las cocinas
debido al fuerte temporal de viento.
Tras casi 70 kilómetros, este temporal
también impide montar las tiendas y, ya
exhaustos, duermen en el suelo. A la
una de la madrugada, el teléfono suena
y suena. El comandante Franco ordena
tocar Diana a las tres para iniciar la
marcha. Hay orden de forzarla. Pero, ya
se sabe que el viaje acabará en Melilla
donde ha ocurrido un gran desastre.
Los legionarios dormidos, rendidos de
cansancio, avivan sus fuerzas y con
admirable espíritu, se preparan para ir en
socorro de Melilla. A las 05:00 se inicia
la marcha y a las 10 se entra en Tetuán
desfilando. En la estación de ferrocarril,
rancho en frío, pienso al ganado y carga
de material. A las 13 sale el tren hacia
Ceuta, con las I y II Banderas –que ya se
encontraba en Tetuán–, adonde se llega
a las 15.
El sábado 23 de julio de 1921 las I y II
Banderas, al mando de los comandantes
Franco y Fontanes, están en Ceuta. Se
reúnen en el Cuartel del Rey, donde
Millán-Astray les recibe con esta vibrante
arenga:
«¡Legionarios! De Melilla nos llaman en
su socorro. Ha llegado la hora de los
legionarios. La situación allí es grave,
quizá en esta empresa tengamos que
morir todos. ¡Legionarios! Si hay alguno
que no quiera venir con nosotros,
que salga de filas, que se marche...
legionarios, ahora jurad: ¿juráis todos
morir si es preciso en socorro de
Melilla?» «¡Sí, juramos!», contestaron a
un solo grito.
«¡VIVA ESPAÑA! ¡VIVA EL REY! ¡VIVA
LA LEGIÓN!», gritaron los legionarios
lanzando los chambergos al aire. Las
Banderas desfilan hasta el muelle.
Cantando los himnos y entre vivas a
España y a La Legión, se aleja el barco
del puerto con rumbo a Melilla.
La mañana del 24, durante la misa de
campaña por ser día de precepto, con las
banderas formadas en cubierta, suenan
«Las Golondrinas» interpretada por la
Banda de Música y, en el momento de
alzar, la «Marcha Real».
Después de una dura marcha, la travesía
en el buque Ciudad de Cádiz, las I y II
Banderas de La Legión, al mando de
21 2º
Millán-Astray, están llegando a Melilla.
Los legionarios divisan la ciudad y trepan
a los palos unos y a los cabos y escalas,
otros. Los guiones y banderines de La
Legión se agitan en alto; la Banda de
Música entona «La Madelón», que los
legionarios cantan poniendo toda su
alma en ello.
Ya en el puerto, Millán-Astray, sube
a una escala de cuerda; se hace el
silencio y con voz vibrante pronuncia una
motivadora arenga:
«Melillenses: os saludamos. Es La
Legión, que viene a salvaros; nada
temáis; nuestras vidas os lo garantizan.
Manda la expedición el más bravo y
heroico general del Ejército Español:
el general Sanjurjo. Vienen detrás de
nosotros los Regulares de Ceuta, con
el laureado teniente coronel González-
Tablas y Artillería de Montaña, Ingenieros
y fuerzas de Intendencia. ¡Melillenses!:
los legionarios, y todos, venimos
dispuestos a morir por vosotros. Ya no
556 · III-2021 57 La Legión