para apoyar las misiones de vigilancia aérea,
fuerzas navales reforzadas en el Báltico
y el Mediterráneo, así como una mayor
preparación de las tropas asignadas a la
Fuerza de Respuesta de la OTAN. «Nuestro
compromiso con el artículo cinco del
Tratado de Washington es inquebrantable.
Protegeremos y defenderemos cada centímetro
del territorio de la OTAN. La disuasión
creíble previene el conflicto y preserva
la paz», afirmaba a primeros de marzo el
secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg,
durante una visita al Battle Group
de Estonia, en la base militar de Tapa.
En la cumbre extraordinaria de Bruselas
del pasado 24 de marzo los aliados
también acordaron ampliar la misión eFP y
establecer cuatro batallones más en Bulgaria,
Hungría, Rumania y Eslovaquia. Esto
elevará el número total de batallones a
ocho, que se extienden a lo largo del flanco
este de la OTAN, desde el mar Báltico en el
norte hasta el mar Negro en el sur.
CINCO AÑOS EN LETONIA
España se sumó a la misión en junio de
2017 con la llegada de los primeros efectivos
a la base de Adazi, a unos 120 kilómetros
de la frontera con Rusia. En estos
cinco años la contribución española se
ha materializado a través de un subgrupo
táctico mecanizado, una unidad de zapadores
y una unidad de apoyo logístico.
Los principales medios aportados son
seis carros de combate Leopardo 2E y
una quincena de vehículos de combate
de infantería Pizarro, además de otros
medios mecanizados como el transporte
oruga acorazado M-113, morteros pesados,
vehículos de combate de zapadores
y misiles contra carro Spike. La presencia
de los Leopardo españoles es muy
valorada por los integrantes del batallón
multinacional y por las autoridades locales,
algo que la ministra de Defensa tuvo
ocasión de comprobar directamente en
su visita a Adazi.
La capacidad de combate de las unidades
de todo el subgrupo táctico se
beneficia también de la aportación de
un equipo JTAC (Controlador de Ataque
Terminal Conjunto) y un una aeronave no
tripulada (UAV) Raven.
La mayor parte del contingente actual,
280 militares, pertenecen a la Brigada
Guzmán el Bueno X, con base en Cerro
Muriano (Córdoba) y están desplegados
en Letonia desde el pasado enero. El
el que hemos contado con la presencia
de la ministra de Defensa.
—El invierno ha sido duro en Letonia
¿Cómo les ha afectado un clima
tan frío?
—La gran mayoría de nuestro personal
pertenece a la Brigada Guzmán
el Bueno X cuya base se encuentra en
Córdoba, pero su capacidad de adaptación
y la preparación previa ha hecho
que el clima extremo con el que hemos
tenido que trabajar no haya afectado en
absoluto al cumplimiento de la misión.
Sin duda alguna, uno de los conocimientos
más relevantes que se adquieren durante
esta operación y que retornamos a
nuestras unidades es aprender a combatir
en este entorno, tanto a nivel individual
como a nivel de las tripulaciones,
y a mantener los medios operativos en
condiciones de frío extremo.
—¿Cómo es la convivencia con
las tropas del país anfitrión y los
otros contingentes?
—Posiblemente, la palabra que mejor
lo defina es «enriquecedora», en todos
los sentidos. El Battle Group en el
que se integra España es el más multinacional
de todos, lo que conlleva una mayor
dificultad pero, a la vez, el que mejor
resalta una de las principales fortalezas
de la OTAN: la necesidad de colaboración
e integración entre los aliados.
La relación entre las naciones es
muy buena; cada día se aprende a valorar
y respetar las diferencias culturales,
a trabajar en un ambiente multinacional
y en otro idioma. Y en muchos casos,
desaparecen muchos complejos al darnos
cuenta de los excelentes medios de
los que disponemos y, sobre todo, de
lo capaz y resolutivo que es un soldado
español.
Xxxxxxxxxx
Mayo 2022 Revista Española de Defensa 25