relación. La solicitud de participación en cualquier actividad OTAN
debe ser aprobada por el Comité Militar y sancionada por el Consejo
Atlántico, caso por caso.
En este diálogo inicial, los aliados y el aspirante a socio deben
explorar los beneficios mutuos que la interacción va a desarrollar,
la confianza de ambos en el establecimiento y resultados de la relación,
así como el nivel de ambición del tercero respecto a la OTAN.
Dicha interacción es consolidada mediante actividades que se
pueden dividir, someramente, en: diálogo y medidas de confianza;
desarrollo de capacidades; interoperabilidad; y futuro acceso a la
Alianza. Cada socio modula su nivel de ambición de acuerdo con
el documento político que acuerda con la OTAN. En las iniciativas
más recientes, los diversos documentos que tradicionalmente han
regulado la relación entre la Alianza y los socios están siendo reemplazados
por uno denominado Individual Tailored Partnership Plan
(ITPP) que adecúa a cada socio las opciones y necesidades de cooperación,
unificando esfuerzos entre todos los responsables tanto
de la OTAN como del país en cuestión. En el documento firmado
(ITPP) se definen, de mutuo acuerdo, los objetivos estratégicos de
esa cooperación y los hitos intermedios para alcanzarlos. Con ello
se ajusta individualmente la visión de cada socio a la relación con la
Alianza Atlántica.
La relación acordada por cada uno se materializa con la ejecución
de las actividades mencionadas anteriormente, que a su vez
tienen influencia en las tres tareas principales (NATO Core Tasks)
del concepto estratégico actual: defensa colectiva, gestión de crisis
y seguridad cooperativa. Así, un socio que solo quiera poner en
marcha diálogo y medidas de confianza, desarrollará un ITPP que
afecte exclusivamente a la seguridad cooperativa. Pero si ese país,
además, requiere apoyo para desarrollo de capacidades, puede
adentrarse en la tarea principal de gestión de crisis. Otro que desee
la Interoperabilidad con OTAN, además de diálogo y desarrollo de
capacidades, está incluyéndose plenamente en la gestión de crisis,
además de la seguridad cooperativa. Incluso si participa en el
conjunto de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (NRF) empieza a
tocar elementos de la core task disuasión y defensa. Los socios que
planean un futuro ingreso en la OTAN emplean un documento que
abarca todo el espectro de actividades (diálogo y medidas de confianza;
desarrollo de capacidades; interoperabilidad; y futuro acceso
a la Alianza) y se implican plenamente en las tres tareas. El interés y
los límites de contribución de un socio a cada una de estas tareas se
gradúa con el Documento Político ITPP, sin cláusula alguna de obligado
cumplimiento, que en cualquier momento puede ser ampliado,
modificado o suspendido por el país.
EN TODO EL PLANETA
Las naciones que actualmente tienen firmado un Acuerdo de Cooperación
con la OTAN suman 40 en todo el planeta (países del área
euroatlántica, Oriente Medio, norte de África, Mediterráneo y otros
en América del sur y Asia-Pacifico), aunque tres de ellas (Rusia,
Bielorrusia y Afganistán) tengan en este momento suspendidas las
actividades de cooperación. El primer paso —el Acuerdo Político—
se complementa con la firma de un Acuerdo de Seguridad para
la protección e intercambio de la información clasificada. Anualmente
se realiza una lista de actividades de cooperación (validadas
de mutuo acuerdo) basadas en los objetivos estratégicos e hitos
definidos así como en los programas donde se haya concretado
participación. También cada año se hace una revisión y evaluación
del resultado de las actividades, de su adecuación a los objetivos,
de la capacidad de cada país para poder realizarlas, y se estima
la necesidad de cambios, mejoras, nuevos objetivos, etcétera.
Con esa evaluación se introducen las modificaciones requeridas y
Mayo 2022 Revista Española de Defensa 53
OTAN
En la reunión del
Consejo Atlántico
del 6 y 7 de abril
participaron varios
socios de la Alianza.