a todos los socios— es manejada por el Estado Mayor Internacional
de la OTAN y permite a los socios nominar militares y civiles para que
ocupen puestos en las estructuras OTAN. Actualmente, hay más de
150 puestos en el Estado Mayor y la Estructura de Mandos abiertos a
socios. Con ello, se ofrece la posibilidad de establecer oportunidades
de crecimiento profesional en un ambiente internacional y así obtener
experiencias que son trasladadas a sus países de origen, al mismo
tiempo ofreciendo a la OTAN su visión, conocimiento y saber hacer
en las áreas de trabajo que desarrollen.
SEGUIR AVANZANDO
En esta revisión a vuelapluma entre la OTAN y los socios, vemos la
diversidad y profundidad que se puede alcanzar en la relación con los
socios a través de las diversas y diferentes herramientas establecidas.
Algunos, como Suecia y Finlandia, tienen una relación especial (Modalities
for Strengthened Interaction) donde se establecen mecanismos
para consultas políticas, intercambio de información y coordinación
de medidas durante situaciones de crisis. Otros tienen un Acuerdo
de Seguridad especial, por lo que los intercambios de información
son de una clasificación más elevada y restringida. Hay muchos y variados
casos, siendo necesario atender las necesidades y solicitudes
de cada uno de los socios. Pero no hay que olvidar que una de las
premisas de la relación es el «mutuo beneficio para ambas partes» así
como un refuerzo de «los mecanismos de consulta, facilitando una
cooperación basada en contenidos».
En resumen y gracias a ello, la OTAN ha establecido durante décadas
una valiosa red de socios que han contribuido de forma reseñable
a operaciones OTAN, ejercicios, adiestramiento, procesos de desarrollo
de capacidades, investigación y desarrollo… Por eso el pasado
31 de enero se desarrolló un jornada de trabajo con 37 de esos socios
para desarrollar un enfoque más global y enfrentar las amenazas
actuales. Se compartieron las diferentes visiones sobre los actuales
desafíos a la seguridad y se discutieron opciones de cooperación más
intensas. La agenda incluyó desde la creciente inestabilidad en la era
de la competición estratégica, las amenazas al orden internacional basado
en normas, el futuro de la gestión de crisis y la lucha contra el
terrorismo, cómo fortalecer la resiliencia, el impacto del cambio climático
en la seguridad, y las nuevas tecnologías emergentes y disruptivas.
Estas ideas se tendrán en consideración cuando se apruebe el nuevo
concepto estratégico de la OTAN en la Cumbre de Madrid de 2022.
En la reunión del Consejo Atlántico de ministros de Asuntos Exteriores
celebrada los pasados 6 y 7 de abril participaron la Unión
Europea, Suecia, Finlandia, Ucrania, Georgia, Australia, Nueva Zelanda,
Japón y Corea del Sur. La guerra en Ucrania ha cambiado la
predisposición tradicional de socios y miembros de la OTAN: Finlandia
va a presentar su candidatura en breve, y Suecia le sigue de cerca.
La OTAN y los cuatro socios de Asia-Pacifico (Japón, Corea del Sur,
Australia y Nueva Zelanda) han acordado progresar la cooperación
política y práctica en áreas concretas: ciber, nuevas tecnologías, seguridad
marítima, cambio climático y resiliencia. En la reunión se acordó
incrementar el apoyo a Ucrania, pero también a otros socios para
reforzar su resiliencia, incluyendo Georgia y Bosnia-Herzegovina. Con
estas y otras medidas ¿Se está marcando ya el posible camino y el
futuro de los NATO Partnerships y la seguridad cooperativa? El nuevo
concepto estratégico y las implicaciones de los acontecimientos en
Ucrania, las reacciones de los competidores estratégicos, así como la
actitud y disposición hacia la Alianza de los actuales y posibles nuevos
socios de cualquier lugar del planeta (en la Cumbre del pasado año se
hizo referenca expresa a Amércia Latina), traerán cambios sustanciales
que es necesario analizar y anticipar.
OTAN
Mayo 2022 Revista Española de Defensa 55