PASADO, PRESENTE Y FUTURO
SIMULACIÓN
Y REALIDAD
La cita «la Historia no se repite,
pero rima», se atribuye al
escritor estadounidense Mark
Twain (1835 – 1910), y se refería
a que, aparentemente, cada día
suceden cosas distintas, pero
en el fondo no hay nada nuevo bajo el sol.
Capitán José Maria Mera Ruiz de Lira
Jefe de la Compañía de Defensa Contracarro
Como se está viendo en el último conflicto en suelo
Ucraniano, en el ámbito correspondiente al Ejército de
Tierra, se está ponderando el uso de unidades acorazadas
y mecanizadas por parte Rusa, ya sea sobre vehículos de
cadenas o ruedas. Esto vuelve a despejar las dudas acerca
de la importancia de las unidades de Defensa Contra Carro
(DCC), dado que forman parte del pilar fundamental contra
este tipo de sistemas de armas, volviendo siempre a la misma
lección aprendida «la Historia no se repite, pero rima».
Para cumplir con el propósito de conseguir un nivel adecuado
en la instrucción y adiestramiento, otro de los pilares está
asentado en el desarrollo de la misma sobre los distintos
simuladores a disposición. Actualmente se desarrolla en tres
dispositivos diferente, por un lado el Entrenador Universal
de Misiles Portátiles (EUMP), de la Academia de Infantería,
por otro lado el simulador Steal Beast del Regimiento de
Caballería Montesa, y por último el simulador de tiro TOW
de la Compañía de Defensa Contra Carro del Tercio 2º.
Cada uno de ellos está distintamente enfocado, se desglosa
ascendentemente siguiendo los siguientes niveles, el
simulador TOW es específico para la instrucción de tiro del
puesto táctico del tirador del sistema TOW, el simulador
EUMP desarrolla integralmente la instrucción del equipo
y pelotón DCC, y por último, el simulador Steal Beast se
focaliza en el adiestramiento a nivel de sección y/o compañía.
La clave del éxito, trabajando en el ámbito de la simulación,
es conocer el grado de correlación entre lo real y lo virtual.
Lo que más cuenta en una guerra es lo que no se puede
contar, es decir, virtualmente no existe aún la capacidad de
introducir la cantidad de factores influyentes característicos
de la realidad, por eso debemos discernir correctamente qué
parte de la instrucción y el adiestramiento es fidedigna entre
el simulador y la realidad.
Como conclusión, el escenario actual no es más que un reflejo
de la memoria, mostrando que no se debe olvidar nunca el
combate en ambiente convencional, en el cual, las unidades
pesadas poseen un peso específico muy importante. Dado
el coste de la instrucción y adiestramiento de las mismas,
se debe seguir potenciando la parte desarrollada mediante
simuladores, siempre teniendo en cuenta que lo virtual no es
lo real, que la guerra navega entre la aleatoriedad y el caos,
y eso no es «simulable».
II-559
81