PASADO, PRESENTE Y FUTURO
Suboficial Mayor Cristóbal Manuel Flores Gálvez
Bandera de Zapadores
Los miembros de las
Fuerzas Armadas se sentirán
herederos y depositarios de la
tradición militar española…
Del artículo 21 de las RROO
FAS (Tradición militar)
En el artículo 23 de nuestras Ordenanzas (historial y
tradiciones) se nos exhorta a todos los militares a conservar
y transmitir «el historial, tradiciones y símbolos de su
unidad, para perpetuar su recuerdo, contribuir a fomentar
el espíritu de unidad y reforzar las virtudes militares de sus
componentes».
En ese mismo sentido, la Orden Ministerial 54/2013
asigna a los suboficiales mayores, entre otros cometidos,
el siguiente: «Participar en la elaboración, conservación y
difusión del historial de la unidad, así como en el fomento,
la recuperación y conservación de las tradiciones de la
misma». Y eso es lo que pretendo hacer con este artículo.
Este año conmemoramos el CCCXI Aniversario de la
creación del Arma de Ingenieros. Y esa efeméride debe
hacernos reflexionar a los que orgullosamente servimos a
España bajo el emblema del castillo.
Permítanme hacer un pequeño recordatorio sobre nuestra
historia. Como es conocido, el 13 de enero de 1710 el
rey Felipe V nombraba a Jorge Próspero de Verboom
«ingeniero general de todos los Reales Ejércitos, Plazas y
Fortificaciones de todos los reinos, provincias y estados de
Su Majestad» y le encargaba la organización de un cuerpo
que agrupase a los ingenieros militares. Sin embargo, debido
al desarrollo de la Guerra de Sucesión, pronto tuvo que
abstraerse de ese proyecto para tomar parte en la campaña
de aquel año. En el marco de la misma, el 17 de julio, tuvo
lugar la batalla de Almenara (Lérida), en la que las tropas de
Carlos III (aspirante austríaco), derrotaron a las de Felipe V.
En la batalla, Verboom cayó herido y fue hecho prisionero,
siendo conducido a Barcelona, donde permaneció cautivo
hasta 1712. Fue durante ese cautiverio cuando perfiló su
propuesta de organización de un cuerpo de ingenieros;
proyecto que remitió a Su Majestad y que éste aprobó en
Zaragoza el 17 de abril de 1711. Nacía así el Real Cuerpo
de Ingenieros, origen del actual Arma de Ingenieros.
A la temprana edad de 25 años, Verboom había recibido la
patente de ingeniero militar. Desde entonces dedicó toda su
carrera a poner en práctica sus ideas, sabiendo encarnar,
de forma modélica, los principios inspiradores del Arma de
Ingenieros: disciplina, fortaleza, lealtad y valor.
En sus más de tres siglos de historia, los ingenieros siempre
han permanecido fieles a esos valores que Verboom supo
resaltar y de los que hemos de ser depositarios: Una férrea
disciplina, que es esa destacada virtud sin la que un ejército
no puede existir ni subsistir; fortaleza para emprender los
trabajos más duros y sacrificados; lealtad con la Patria, la
Institución y los camaradas de armas y valor, que es esa
cualidad del alma que nos mueve a acometer grandes
empresas y arrastrar sin miedo los peligros.
Para concluir, recordad que desde la creación de nuestra
Bandera, a nosotros, y solo a nosotros, los zapadores de La
Legión, nos corresponde el privilegio de abrir la brecha (en
cualquier misión); de hacer camino (que luego andarán los
demás) y de tender los puentes (de amistad y compañerismo
que facilitarán la labor de muchos otros).
Como zapador y legionario, ruego a nuestro protector,
el Cristo de la Buena Muerte, que nos dé fuerzas en el
cumplimiento de nuestro Credo; y a su más leal servidor, el
santo Rey Fernando, que nos guíe en esos valores que nos
distinguen como componentes del Arma de Ingenieros.
II-559 87