dossier La acción directiva se encarga de definir líneas de actuación, mientras que la de gestión se preocupa en conseguir todo lo necesario para alcanzar lo definido, siendo la ejecutiva, la encargada de llevar a cabo lo que fue definido, con los medios asignados para ello. Ejercer una autoridad (ejercer el mando), siempre conlleva asumir la responsabilidad de lo ordenado, tanto en su acción como en su omisión. La acción de mando alcanza su plenitud, cuando se concreta en la preparación y empleo de la Fuerza de los Ejércitos, aunque esto no desdice, que en el ejercicio de otro tipo de acciones, no hayan de asumirse las mismas responsabilidades. Y es que tanto en paz como en guerra es imperativo trabajar con el máximo de implicación, teniendo siempre presente que todos somos necesarios y que en muchas ocasiones deberemos apoyarnos en las informaciones de compañeros y subordinados, para poder tomar la decisión correcta. En el punto 4 del artículo 20 donde dice que: el suboficial ejerce el mando e iniciativa que le corresponde, lo que se traduce, acorde a los propósitos del mando, en que tenemos que ser proactivos, aportando anticipación y posibles soluciones. NO OBSTANTE…¿CÓMO SE DESARROLLA UN SUBOFICIAL? Cuando egresamos de la ABA hemos conseguido, porque es implícito al empleo de sargento, una autoridad formal. También además una capacidad profesional, tras interiorizar contenidos técnicos y una alta formación en valores. A partir de ese momento debemos aplicar, perfeccionar y demostrar lo aprendido. La manera de llevarlo a cabo depende del carácter de cada uno pero, teniendo presente, que para controlar personas tendremos primero que conocerlas, después conocernos y además dominarnos. Deberemos preocuparnos por ser expertos, por ser personas y por ser líderes. Al poco tiempo nos daremos cuenta que liderar es duro y en muchas ocasiones nos dolerá. Liderar, más que emitir órdenes, es escuchar, dialogar y decidir; pensar en los subordinados, aunque a muchos de ellos no les gustemos y enfrentarnos a la responsabilidad. Esto nos aboca hacia una vida dedicada al aprendizaje, así como a la comunicación pedagógica de lo aprendido. Solo así podremos liderar desde la autoridad moral, pero debemos hacerlo siempre con el ejemplo puesto que éste arrastra, mientras que la orden solo obliga. Debemos vivir con integridad y no pretender ser quien no somos. Tener en cuenta que no se puede hacer nuestro trabajo solos; deberemos apoyarnos en los demás, formar equipo y preguntarnos siempre qué es lo que podemos aportar pues por mucha tecnología que encontremos, evidenciaremos que no hay sustituto para la interacción humana. Aula de Realidad Virtual. Amemos lo que somos, lo que hacemos, recordando nuestro juramento a España y teniendo presente que estamos dentro de la profesión de las armas; por eso, debemos aumentar nuestra resiliencia y potenciar nuestras condiciones físicas, recordando siempre que como guerreros que somos, podemos ser llamados algún día para actuar como tal. Todo este trabajo se sustancia con la adquisición de sucesivos empleos, no obstante, antes de aspirar a un nuevo ascenso, disfrutaremos desarrollando con plenitud el que ya poseamos. De un sargento se espera voluntariedad, iniciativa y esfuerzo por aprender la profesión. Es un empleo eminentemente operativo. Podremos liderar, de acuerdo a la especialidad fundamental, un equipo o una sección. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Abril 2017 297
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