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REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 866

dossier Ejército del Aire (EA). En efecto, si bien se contaba con algunas experiencias previas puntuales, el nivel de integración, su duración en el tiempo y el calado en todos los estratos de competencias de nuestra organización pueden calificarse, sin temor a exagerar, de importante efecto transformador en nuestro EA. Para poder evaluar someramente su impacto es preciso abordar cada uno de los diferentes niveles en los que ha habido participación activa española. En el nivel directivo, una de las principales características es la propia “gobernanza” diseñada al efecto ya que la gestión de un programa multinacional de estas características no sería posible sin el trabajo de toda una agencia (NAPMA) cuya actuación es controlada y dirigida por un Comité Director (Board of Directors) con un representante por cada una de las naciones participantes. En el caso de España, esta representación al más alto nivel, y por ende la Jefatura del Programa, recae en el Estado Mayor del Aire y en concreto en el GJDPL (aunque también lo han sido, puntualmente, alguno de los coroneles de las secciones de MyC y Programas). La misión del jefe de programa, según establece la Orden Ministerial comunicada 290/1999 sobre la organización para la participación nacional en el Programa NAEW es la de «dirigir, impulsar y coordinar todas las actividades encaminadas al logro de los objetivos del programa velando, simultáneamente, por los intereses españoles en el mismo». Existen, además, varios comités o grupos de trabajo subordinados que apoyan la labor del BOD: • Un Comité Financiero, cuya representación nacional la ejerce DIGENECO. • Un Comité de Operaciones, Planes y Logística, cuya representación nacional está a cargo de EMA/DPL. • Un Comité de Retornos Industriales, cuya representación nacional la ejerce la Subdirección General de Inspección Regulación y Estrategia Industrial de Defensa de la DGAM. • Un Comité de Aeronavegabilidad, cuya representación nacional está a cargo de la Subdirección General de Inspección, Regulación y Estrategia Industrial de Defensa de la DGAM. • Un Grupo de Trabajo de expertos en asuntos legales, cuya representación nacional la ejerce la Asesoría Jurídica del EMAD. • Un Grupo de Trabajo de Expertos Aeronáuticos, cuya representación nacional está a cargo de EMA/DPL. El hecho de la tardía entrada de España en la Alianza Atlántica y, por consiguiente, en el propio Programa NAEW impidió un adecuado nivel de presencia en NAPMA en los inicios y aunque se ha venido corrigiendo a lo largo de los últimos años, la distribución de puestos clave no es la ideal (los niveles puede que sean los correctos pero no siempre en los lugares donde se puedan tomar decisiones de peso), la materialización de retornos industriales en favor de la industria nacional (acordes a los porcentajes de participación) no siempre están en las áreas tecnológicas de interés nacional y, en definitiva, es necesario vencer el componente histórico en forma de status quo entre las naciones «fundadoras» que, en aras de un recomendable consenso, no siempre está al alcance de iniciativas aisladas por lo que es conveniente buscar alianzas de cierto peso a la hora de la toma de decisiones trascendentes. Sí que es importante resaltar el salto cualitativo en la participación de la industria española, tanto en los diversos programas de modernización como en el sostenimiento de la flota NAEW. En estrecha colaboración con los representantes nacionales pero, sobre todo, por merecimientos propios, han conseguido hacerse un hueco en el siempre complejo entramado de intereses industriales; así, además de los grandes como AIRBUS con importante presencia en España, otras em- REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Septiembre 2017 691


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