La actividad relacionada con los nuevos cometidos operativos es notable, y ha ido aumentando debido a los recientes cambios en el escenario de seguridad. La creación del Readiness Action Plan (RAP)8, persigue aumentar la capacidad reactiva de la Alianza. La capacidad de disuasión y defensa se ha reforzado con la puesta en marcha de la Presencia Avanzada potenciada (eFP) 9 o de la Presencia Avanzada adaptada (tFP)10, que incluyen una adecuada contribución aérea. También se ha participado en el planeamiento de los GRP11, que permitirían reaccionar con la máxima rapidez ante cualquier amenaza proveniente del Este, si bien, siempre de modo proporcional y adaptado a cada situación para evitar una escalada. Sin embargo, es importante igualmente mantener la atención sobre otros ejes de amenaza provenientes del Sur u otros (estrategia 360), los cuales son igualmente responsabilidad de la Alianza. Del mismo modo, las operaciones de respuesta a crisis o las de carácter anti-terrorista deben seguir siendo contempladas como importantes ámbitos de intervención de la OTAN. Finalmente, en esta última época, han quedado integradas dos nuevas capacidades, al asumir AIRCOM el control operacional (OPCON) del NAEW12, que ya ha sido integrado en el Centro de Operaciones (OC) de Ramstein con una célula dedicada. Lo mismo ocurrirá, en un futuro cercano, con el AGS13. La nueva situación de seguridad en Europa, afectada como se ha visto desde ciertos ejes, ha vuelto a resaltar la importancia de disponer de una capacidad de Mando y Control con alto grado de reactividad. Esto es de especial importancia en el ámbito aeroespacial por ser necesariamente el primero en intervenir. Independientemente de los planes de aumento de plantilla y reestructuración que se están barajando dentro del llamado NCS Adaptation, España aboga por continuar con la actual federalización de las capacidades C2. La experiencia acumulada aconseja continuar con ese formato, ya confirmado, sin menoscabo de una posible creación de nuevos puestos para reforzar la estructura actual. El nuevo Air C2 CONOPS14, que verá la luz próximamente, vendrá muy influido por la configuración final que emane del NCS Adaptation, sin por ello ser necesario dar un giro radical a la ya mencionada estructura distribuida. Podría HQ AIRCOM dotarse de una capacidad inicial de C2 (mini JFAC) por la que tanto han abogado algunos de los países miembros. España, sin estar en contra de ello, sigue defendiendo las ventajas del modelo descentralizado. Una estructura distribuida proporciona un alto grado de resiliencia, característica vital para el ámbito aéreo. Para lograr la eficacia necesaria en el ámbito del C2, HQ AIRCOM organiza o participa en múltiples ejercicios con distintos grados de implicación (desde células de respuesta de dos o tres personas hasta el JFAC completo con más de 500 personas). Se incluyen en los mismos tanto los ejercicios que adiestran únicamente a la fracción aérea como los que tienen al componente aéreo incluido dentro de una operación conjunta con varios componentes. El adiestramiento de las capacidades de JFAC disponibles dentro de la NCS (nutridas por el HQ y los Base aérea de Ramstein. Acceso al edificio principal 298 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Abril 2019
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