DICIEMBRE 2019
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entendida como limitada exclusivamente aI campo C-IED, cuando su potencial campo
efectivo de empleo es mucho más amplio y así debiera contemplarse desde el punto de
vista particular de otras especialidades.
Afganistán ha llevado a la asimilación de la explotación técnica con unos enormes plazos
en la recepción de resultados (en el caso de recibirse), lo que puede llevar a dudar
de su utilidad efectiva por parte de las unidades y cuarteles generales.
Coherentemente con lo anteriormente descrito, resultan necesarios el asesoramiento
e influencia al más alto nivel con respecto al esencial rol de la explotación técnica en
apoyo a todo tipo de operaciones, en paralelo a una labor de promoción de la concienciación
en la utilidad y relevancia de la explotación técnica, tanto a nivel componente
como conjunto.
6. TODA CAPACIDAD NECESITA DE MANO DE OBRA...
Hasta el momento, las Fuerzas Armadas españolas han formado a ocho individuos en
los dos primeros cursos NATO WIT (2008) y otros 48 en los diferentes cursos liderados
por el C-IED CoE, pero la dispersión del personal formado, su falta de instrucción continuada
y la no dedicación a las tareas propias de explotación técnica de primer nivel
hacen en su conjunto imposible el aprovechamiento efectivo de su formación técnica
en beneficio de las Fuerzas Armadas.
Sin tener constancia de los números en cuanto al personal formado en nuestras Operaciones
Especiales, sí que es patente que se ha venido enviando personal a los cursos
del NSHQ y de que ya se han desarrollado dos ediciones de cursos TEO de carácter
nacional, aunque no consten como cursos oficiales ante las respectivas direcciones de
enseñanza.
La inexistencia de puestos específicos de operadores de explotación técnica de primer
nivel y la ausencia de requerimientos relacionados con ella a la hora de cubrir puestos
en las plantillas dificultan la existencia de personal formado adecuadamente en las unidades.
Resulta igualmente patente la carencia de instructores adecuados y preparados
que fueran capaces de instruir adecuadamente a los equipos de explotación técnica de
primer nivel.
De tal modo, la capacidad requeriría de ser capaces de marcar y asegurar la presencia
mínima de personal con formación reglada en las unidades (e.g. ocho a doce individuos
por unidad de entidad Brigada o equivalente…), en paralelo a establecer un mínimo de
equipos dedicados dentro de la plantilla de las unidades, en la entidad que se definiera.
7. TODO «QUÉ» QUE SE PRECIE NECESITA DE SU «DÓNDE»:
HABLEMOS DE INSTALACIONES
Se estima que no resultan necesarias instalaciones específicas para los equipos de explotación
técnica de primer nivel que resultaren distintas a las requeridas para cualquier
equipo de entidad similar: así, el almacenamiento del material propio de un equipo de
explotación técnica de primer nivel no requeriría de especificidad tampoco.
No obstante, los requerimientos de instrucción técnica continuada de los equipos de
explotación técnica de primer nivel pudiera recomendar la existencia cercana a la unidad
de pertenencia de campos de tiro y maniobras, a la sazón.