La AGM en obras. Foto: familia Blazquez
go del alcalde Allué, un aeroplano arrojaba octavillas
dando la bienvenida de la ciudad a quienes
“la Patria nos ha confi ado como un sagrado
depósito, la Academia en la que ha de forjarse
el espíritu de sus futuros defensores…” (La Voz de
Aragón, 5 de octubre de 1928). Ya en las inacabadas
instalaciones de la Academia, con los cadetes
formados en cuadro, tras unas palabras de
su director, los periodistas destacan que el general
Primo de Rivera se mostró “muy emocionado,
haciendo verdaderos esfuerzos por contenerse
(…), al verla renacer” (El Noticiero, 6 de octubre
de 1928). Finalizado el desfi le de los cadetes ante
las autoridades –desfi le sin armamento, pues sólo
llevaban dos días en la Academia-, y realizada
una rápida visita a los edifi cios terminados y a las
obras en construcción, se celebró un almuerzo
en una de las salas destinadas a las compañías,
almuerzo que incluyó como postre extraordinario
una “torta de inauguración”. Ese
mismo día, el Heraldo sazonaba
el relato del acontecimiento con
estas coplillas: “con uniforme de
un gris verdoso con vivos rojos,
que hace muy bien, nuevos cadetes
van por el Coso… Van por
las calles los militares con paso
fi rme, grave y marcial… Pensando
en tules y azahares las chicas
ponen gesto nupcial…”
Con la crónica de aquel 5
de octubre de 1928, si bien desaparecieron
incertidumbres y
suspicacias sobre la viabilidad
de la AGM en Zaragoza, no decayó
el interés informativo sobre
la continuidad de las obras, la
ampliación del campo de San
Gregorio, las pendientes infraestructuras de responsabilidad
municipal o los proyectos urbanísticos
en la zona Norte de la ciudad, revalorizada
por la General. La fi nalización o, al menos, un
avance visible de todo ello era el requisito para
una inauguración más solemne de la Academia,
que hubo de esperar hasta el 5 de junio de 1930,
con la presencia de los Reyes, la entrega de la
bandera y la jura de la promociones I y II de la 2ª
época. En todo caso, conviene recordar, como
conclusión, que la relación de la prensa zaragozana
con la Academia General Militar había comenzado
mucho antes, en aquel lejano febrero
de 1925, cuando saltaron las primeras noticias de
la reapertura de La General y su ubicación en Zaragoza.
Una relación que se ha mantenido en estos
noventa y seis años trasladando a la sociedad
la realidad de su Academia como un ciudadano
más, participativo y comprometido.
Notas
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En aquel momento existían en España diez universidades además de la Central en Madrid. La Universidad de Zaragoza recuperó la
capacidad de impartir estudios de doctorado en 1921 -facultad que la Ley Moyano reservaba a la Central-, y había sido la primera en
establecer cursos de verano y enseñanza de idiomas extranjeros.
CUBERO DE VAL, S. “Zaragoza y la Academia General Militar. El largo camino hacia la refundación de la General en 1927”. Academia
General Militar. Zaragoza. 2018.
La comisión organizadora fue nombrada por Real Orden circular publicada en el Diario Ofi cial del Ministerio de la Guerra de 17 de marzo
de 1927. También formaba parte de la misma el futuro Jefe de Estudios, coronel Miguel Campins que, sin embargo, no aparece en la
información de prensa. Por otra parte, en ese artículo se trastocan los empleos de Lon y de Sueiro.
Según la exposición de motivos del R.D. de 20 de febrero de 1927, de creación de la AGM, el retraso se debió a “afanes y agobiantes
exigencias del diario gobernar” (Recuérdese que el desembarco de Alhucemas se inicia el 8 de septiembre de 1925) y a la necesidad
de integrar el proyecto en el conjunto de reorganización de la formación de ofi ciales, que el mismo decreto confi rma al crear también la
Escuela Superior de Estudios Militares (D.O. del Ministerio de la Guerra. 22 febrero 1927)
Cfr. CUBERO DE VAL, S. Op. cit
Para conocer en detalle el proceso de las obras de construcción y abastecimiento de servicios a la AGM, Cfr. ARCARAZO GARCÍA, L.A.
en una serie de artículos recopilados en el número extraordinario de Revista Armas y Cuerpos de 2019: “Evolución arquitectónica de la
Academia General Militar de Zaragoza”; “El comandante D. Antonio Parellada García. Artífi ce del proyecto de la Academia General Militar
(1927-1931); “La familia Blánquez. Constructores de la AGM (1ª y 2ª parte); “Reglamentos y normativas utilizados en la construcción de
la Academia General Militar”; “De la línea de tranvías nº 10 Academia al autobús nº 29 Hospital-Academia”.
Como se puede ver el Heraldo de Aragón de 13 y 20 de diciembre de 1927
Entrevista publicada en: Heraldo 28 de abril de 1927