Page 24

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 841

los Gripen jamás llegarían a estar en posición de lanzar sus propios misiles. Eso podría ser cierto si el AIM-120 tuviese un Pk de 1.0, cosa que no es así. Los datos actuales hablan de un Pk de 0,46 (13 misiles lanzados para obtener 6 derribos) pero lo cierto y verdad es que los aviones derribados con esos misiles no fueron auténticos oponentes. La lista de dichos derribos figura en la tabla de la página 180. A estos datos hay que añadir una serie de factores: el derribo marcado en amarillo es un blue-onblue11 debido a errores en la identificación NCTR12, los MiGs iraquíes estaban huyendo del escenario y no reaccionaron al disparo, el J-21 serbio carecía tanto de radar como de equipo ESM, los MiGs serbios tenían los radares inoperativos y en ninguno de estos casos se informó del uso de contramedidas por parte de los aviones blanco. En el ejemplo que nos ocupa, el Gripen dispone de suites ES y EA13 (usualmente denominados alertadores y perturbadores) y tiene la agilidad suficiente como para reaccionar al lanzamiento –estos dos parámetros estaban englobados en el término y ó z de la ecuación–, por lo que es altamente probable que la Pk de los AIM-120 lanzados por el bando Azul caiga de manera importante; por mor de simplificar, aceptemos que cada factor (disponibilidad de alertador y agilidad del JAS 39 por un lado; y capacidades de los perturbadores de abordo, por otro) degrada un 50% sobre el dato inicial, bajando el Pk resultante a 0,12 aunque es muy posible que la cifra final fuese incluso más baja. Eso significa que para obtener un derribo se han de lanzar ocho misiles sobre un mismo blanco, tarea complicada en un entorno de combate aéreo hasta para los altamente capaces AN/APG-77 y los procesadores que equipan al Raptor. Aún suponiendo que se consiga, los 66 misiles AMRAAM que puso en vuelo el bando Azul obtendrían 66/8 = 8 derribos (aproximadamente). Ahora bien, los F-22s habrían lanzado todos sus misiles radáricos y ahora habría 19 enemigos que estarían acometiéndoles, disponiendo ellos de misiles infrarrojos únicamente. ¿Qué hacer? ¿Lanzarse a continuar el combate en entorno WVR14 o darse la vuelta y proceder a su base? La lógica dicta que los Raptor, poco entrenados para combate a corta distancia, dieran la vuelta y huyeran. Cierto es que la combinación de stealth, supercrucero y fusión de datos hacen de ellos un enemigo temible incluso en WVR; sin embargo, no es previsible que se arriesgaran a perder un avión en un combate cercano por lo que, confiando en las superiores prestaciones en cuanto a techo de combate, aceleración y capacidad de crucero supersónico les permitan librarse de los Gripen enemigos que ahora les persiguen. Esto, siendo ahora diecinueve, tratarían de derribar cuantos Raptors fuera posible. Pero ahora se les aplicaría los mismos factores que fueron de aplicación para los F-22’s cuando lanzaron sus misiles. Es más, la capacidad stealth de los aviones americanos degradaría, con toda seguridad, los misiles de los JAS 39 en un porcentaje aún mayor. Un Pk para los AMRAAM’s de los aviones suecos de un 0,05 no es descartable, lo que implicaría que los 19 x 4 = 76 misiles radáricos podrían derribar un máximo de tres aviones enemigos. Y eso si se consiguiera concentrar ¡veinte! misiles en cada Raptor que huye. Sin embargo, aquí hay que tomar en consideración una serie de factores que tienen su importancia, como son el hecho que los suecos van un paso por delante de muchos otros países en cuanto a data links se refiere. En 1985, los JA37 Viggen, antecesores del JAS 39 Gripen, ya disponían de un IDL (intraflight data link) que les permitía comunicaciones encriptadas entre los cuatro aviones de una formación y que un avión de los cuatro designara los blancos mientras los otros tres llevaban el radar en stand-by, pasándole a través del data link la información del target. Eso era en 1985, los norteamericanos aun no disponían de data links operativos y el JAS 39 Gripen se diseñó con la premisa de disponer “el data link más desarrollado del mundo”, de acuerdo con la propia Saab15, fabricante del Gripen. Así pues, asumamos que la formación de los 19 Gripen restantes funcionan auténticamente en red (networking). No deberíamos descartar el hecho de que dado lo avanzado de su data link, este les permitiera operar como radares biestáticos, esto es, que el pulso lanzado por un avión fuese recibido y procesado por otro diferente, en una ubicación distinta. Esta característica, que parece sencilla pero que no lo es, proporcionaría una ventaja táctica a los Gripen extraordinaria; sencillamente, haría que los Raptor dejasen de ser invisibles y los detectarían sin problemas, pudiendo guiar los AMRAAMs a los blancos con toda normalidad. Pero no solo esto: la capacidad biestática elimina la perturbación, dado que el perturbador dirige la emisión contra el radar emisor, no contra el receptor, del que ignora su situación. Otro factor a tener en cuenta es que un caza en vuelo supersónico genera una onda de choque que hace que a Mach 1.7 se creen temperaturas superiores a los 86° centígrados, proporcionando un claro blanco si se dispone de un IRST; recordemos que el F-22 tiene acreditado un supercrucero de precisamente Mach 1.7. Tengamos en cuenta que los Raptors no utilizarían, lógicamente, sus perturbadores para no delatar su posición; el EMCON16 de esos aparatos es férreo. Y para acabar, consideremos el concepto burnthrough : es un concepto de guerra electrónica que establece que existe un punto en función de la distancia a partir del cual el radar victima ve a través de la perturbación por la sencilla razón de que el eco radar del avión es superior en la señal de retorno a la perturbación que pudiera estar recibiendo. Lo mismo ocurre con el stealth; llega un momento en el que el radar ve, por mucho que la plataforma fur- 182 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2015


REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 841
To see the actual publication please follow the link above