Page 95

REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 851

Loring R-1 inspirado en el Fokker C.4 seguido el contrato, busca el apoyo de su amigo Eduardo Barrón, hasta entonces director técnico de CETA. La primera escuadrilla de estos aviones estuvo lista a lo largo de 1924, provistos de motor Rolls-Royce Eagle VIII de 360 cv, que Aviación Militar había adquirido de los excedentes de guerra, y que dieron a los Fokker españoles su característico radiador ventral. Esta primera escuadrilla sería destinada a Tetuán, bajo el mando del capitán Gallarza. Los Talleres Militares de Cuatro Vientos, pioneros en la fabricación de aviones en España, construyeron en 1924 dos prototipos diseñados por los capitanes Manuel Bada y Antonio González Gil, el AME VI (Aviación Militar española) basándose en el avión de caza inglés Bristol F2B, uno de los mejores y más temidos aviones de la Gran Guerra, que ya volaban en nuestra aviación desde 1921. Encargada una serie de 20 ejemplares, equipados con motor Hispano HSq Fb de 300 cv, comienzan a volar en 1925 como aviones de escuela de transformación, hasta que en la primavera siguiente, prestan servicio de guerra desde el nuevo campo de Herraiz, en Melilla. Estos aviones son los últimos fabricados en los Talleres de Cuatro Vientos. Poco después del primer encargo de los Breguet 19 a CASA y los Fokker a Loring, la Aviación Militar inició un periodo de ambiciosas contrataciones, apoyado inicialmente en un crédito de 10 millones de pesetas para 1924 y más de 160 previstos para la década siguiente, hasta 1936, iniciándose una década fructífera, en el diseño y construcción de aviones, para las empresas españolas. Consecuencia de ello, es la factoría creada en Cádiz por la empresa CASA, con la finalidad de construir hidroaviones. Es en mayo de 1927 cuando la empresa firma un contrato con la Aeronáutica Militar para la fabricación de 17 unidades del Dornier Do-J Wal y nueve más para la Aeronáutica Naval. Ya, a España habían llegado 15 aviones de este tipo de construcción italiana. Estos aviones protagonizaron varias gestas en nuestra aviación, como el primer enlace aéreo con Canarias (1924), acompañado de tres Breguet XIV, el mundialmente famoso vuelo del “Plus Ultra (1926) y el raid de la “Patrulla Atlántida”, tres Dornier Wal de Melilla a Fernando Poo y regreso (1926). La década de los años 20 va a ser especialmente fructífera en el diseño y fabricación de aeronaves por parte del equipo fundado por Barrón y Loring. El primero de los aviones diseñado por Barrón y construido por Loring en Carabanchel, sería un biplano biplaza de reconocimiento y bombardeo, denominado Loring R.I, inspirado en el Fokker C.IV. Encargada una serie de 30 son destinados a Tetuán, volando en territorio marroquí hasta febrero de 1927 que regresaran a Cuatro Vientos, siendo dados de baja entre 1930 y 1931. A principios 1926, Loring inició la fabricación de un nuevo avión, también diseñado por Barrón, el Loring R.III, sesquiplano (biplano en que el plano inferior es igual o menor que los 2/3 del superior) derivado del R.I, que fue seleccionado por la Aeronáutica Militar frente al Potez 25 francés (cuya licencia había sido adquirida por la Hispano), como segundo avión de reconocimiento, complementación del Breguet 19 de CASA. Nada menos que 110 aviones fueron construidos, entre 1925 y 1935, equipados con motor Hispano Suiza 12 Hb de 600 cv, que desde 1929 formaron en numerosas escuadrillas de León, Barcelona, Logroño, Sevilla, Granada y Marruecos, permaneciendo en servicio hasta 1935. Los cuatro primeros aviones salidos de fábrica, se incorporaron a la línea Sevilla-Larache de la compañía CETA (operada ya, directamente por Loring) con motores Junkers L-2 de 265 cv, de consumo mucho más económico. • Patrulla de Loring R-III REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2016 253


REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 851
To see the actual publication please follow the link above