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REVISTA AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 843

la precariedad la que obligó a usar elementos en tierra, a falta de paracaídas y aviones. El primer curso no dispuso de paracaídas hasta cuatro meses después de su inicio. El primer lanzamiento lo efectuaron 165 alumnos con 10 paracaídas de piloto, de baja por deterioro. Los dos aviones disponibles, un T-1 (Savoia sm-81) y un T-2B (Junkers ju-52), se reservaron para usarse en vuelos reales de lanzamiento; pese a ello, el ju-52 se averió el día del primer lanzamiento. Así que los propios componentes del primer curso, provenientes de la recién creada Primera Bandera Paracaidista (de aviación) trajeron “cuatro escaleras metálicas para saltar a la lona, tres lonas de manteo y tres colchonetas” que permitían practicar la salida del avión y el aterrizaje con “volteo”. El conjunto de simuladores se completó más adelante con: muros (para simular el salto y aterrizaje), trapecios (para balanceos), aros (descenso con enrollamiento) y la torre de salto (para comprobar el arrojo y practicar salidas, descenso y despliegue de paracaídas de reserva). Asimismo, se le sumó el fuselaje de un Ju-52 (para practicar embarques) siendo después sustituido por el de un T-12B, actual avión del 721 Escuadrón de la EMPMP. Además se rescató el motor y hélice de un heinkel he-51 a modo de ventilador, para practicar el arrastre en tierra con paracaídas desplegado. De las estaciones mencionadas, no siguen en uso: el salto a la lona (usado solo para simular la salida desde “junkers”), el trapecio de balanceo (debido a que es mínimo con los paracaídas de dotación actuales) y el “ventilador” (porque los atalajes actuales permiten liberar la campana muy rápidamente y la práctica se realiza entre alumnos). El conjunto de aparatos mencionados corresponde a la simulación del paracaidismo en la modalidad de apertura automática, con paracaídas de campana redonda, empleado para lanzamientos de gran número de personal a baja altura y en los cursos básicos de paracaidismo, para obtener el título de “cazador paracaidista”. Sin embargo, el paracaidismo de apertura manual (APM), que usa actualmente campanas tipo ala, y se emplea para infiltraciones de grupos reducidos de personal en un punto preciso, no disponía de elementos de simulación óptimos: la propia torre de salto, a la que se adaptaba un arnés para simular la salida y apertura, el “muro”, también para simular la salida; la “tabla con ruedas” y el “banco”, usados para practicar la posición de caída libre estable y los giros. Se adolecía por tanto de simulación del efecto aerodinámico en caída libre ni de la fase de navegación con campana abierta. LOS SIMULADORES DE PARACAIDISMO DEL SIGLO XXI Entre el 2005 y el 2006, se cubren las necesidades de simuladores de paracaidismo en la EMPMP. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Mayo 2015 427 dossier Simulador de Caída Libre. Prácticas de variación de velocidad de descenso. En el fondo se pueden apreciar las tablas con ruedas para practicar los movimientos de caída libre “en relativo”.


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