entre ellos España, crearon las primeras dos organizaciones europeas para la investigación del Espacio: la Organización Europea para el Desarrollo de Lanzadores (ELDO) y la Organización Europea para la Investigación Espacial (ESRO). Una década más tarde ambas se fusionaron en la actual ESA, una agencia que ha convertido a Europa en una potencia espacial coordinando, de forma viable, los esfuerzos de las naciones miembro en el desarrollo de lanzadores y en la investigación espacial y sus aplicaciones. Con sede en París, la Agencia Espacial Europea «La ESA ha celebrado en este 2015 el 40 aniversario de su red de estaciones de seguimiento de la Agencia y España fue donde nació esta red fundamental» está compuesta por 22 países siendo España uno de los miembros fundadores y uno de sus principales contribuyentes. Nuestro país participa en todos los programas de la ESA y suma casi 350 trabajadores en sus centros, especialmente en el Centro Europeo de Astronomía Espacial (ESAC), localizado en Villanueva de la Cañada (Madrid). Se considera la ventana al universo del ESA y alberga los Centros de Operaciones Científicas de varios telescopios espaciales y sondas interplanetarias. Se trata una de las sedes principales de Emilio Herrera con su escafandra la organización y en sus instalaciones se procesan datos sobre agujeros negros y planetas, estrellas en formación, galaxias lejanas o explosiones de rayos gamma, los fenómenos más violentos conocidos en el cosmos. Sus bases de datos almacenan el resultado de cientos de miles de observaciones astronómicas y planetarias. El ESAC es asimismo el nodo europeo para el proyecto internacional del Observatorio Virtual, que permitirá a los astrónomos acceder a los datos recabados por los telescopios de todo el planeta a través de un único portal. Además están basados en nuestro país el laboratorio MELiSSA, que desarrolla la tecnología necesaria de soporte de vida para futuras misiones espaciales; el centro E-USOC de investigación en microgravedad en física de fluidos en la ISS; el laboratorio de Radiofrecuencia de alta potencia en Valencia y las incubadora de empresas ESA BIC de Barcelona y Madrid. La participación española en la ESA ha permitido la consolidación y cohesión de un sector espacial con empresas altamente especializadas y competitivas que destacan internacionalmente en áreas como estructuras, mecanismos, antenas, electrónica embarcada, software de vuelo, estaciones terrenas, etc. El CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), el representante español en la ESA, ha firmado convenios de colaboración para el desarrollo de programas bilaterales con las principales agencias espaciales mundiales como la NASA estadounidense, Roscosmos de Rusia o el CNES francés. Además se encarga de gestionar los aspectos tecnológicos de los programas espaciales con participación española y los retornos asociados. UNA POTENCIA EN OBSERVATORIOS En 1964 comenzó a construirse una de las grandes puertas de España al Universo, el MDSCC (Madrid Deep Space Communications Complex), el Complejo de Comunicaciones con el España desde el espacio Espacio Profundo de Madrid. El INTA español y la NASA estadounidense firmaron un contrato para la operación y mantenimiento de estas instalaciones. En un principio estaba formado por cuatro centros: Robledo 1 y Robledo 2, Fresnedillas y Cebreros. El complejo de Madrid forma parte de una red mundial que cuenta con otros dos centros similares en Australia y California y que es conocida internacionalmente como DSN (Deep Space Network o Red del Espacio Profundo), el sistema de telecomunicaciones para aplicaciones científicas mayor y más sensible del mundo. La primera antena de Madrid, la DSS-61 de 26 metros de diámetro, entró en funcionamiento en 1965. Hasta hoy se han construido seis antenas de diferentes diámetros, 934 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Noviembre 2015
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 848
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