adiestramiento al que somos sometidos y el modo en cómo enfocamos las misiones son lo que nos lleva al éxito en las mismas. Respecto a nuestras capacidades actuales, podemos decir que el HH-G60 constituye la columna vertebral de la flota de rescate de combate de la USAF, con el objetivo de llegar a contar con 112 aparatos. El HH-60G, modificado en el UH- 60 Blackhawk, incluye aviónica avanzada, PPS, INS, Doppler y todo lo que precisamos, como radar meteorológico, dispositivo de infrarrojos avanzado, y capacidad de operar en condiciones meteorológicas adversas, y en cuanto a protección incluye dispensadores de señuelos y bengalas e inhibidores de infrarrojos. Los sistemas defensivos incluyen ametralladoras del calibre 50 o ametralladora multi-cañón del calibre 7.62. Sus depósitos de combustible le proporcionan una autonomía de cuatro horas sin repostar que puede variar dependiendo de la cantidad de combustible que lleve el aparato. El tamaño relativamente pequeño de la cabina es uno de los retos que esta aeronave tiene que mejorar. Además contamos con 48 CV-22 Osprey del Mando de Operaciones Especiales de la Fuerza Aérea, siendo el objetivo final llegar hasta 51 de estos aparatos. Las ventajas del Osprey son obvias: rapidez, capacidad para operar a altitudes elevadas y una cabina más grande. El Osprey puede transportar hasta veinticuatro soldados en su parte trasera. Como desventajas tenemos los sistemas de protección de suelo que sí existen en el HH-G60 y otras aeronaves de ala rotatoria y la capacidad de autodefensa, que se limita al armamento instalado en la rampa de la aeronave. Dispone de un tipo de radar anti seguimiento que no tienen los HH-60. En resumen, sus principales ventajas son la rapidez y la capacidad de sobrevolar las amenazas a las que debemos enfrentarnos en la comunidad de helicópteros. También disponemos en la Fuerza Aérea de 63 UH-1 N Huey, helicóptero de dos motores, que efectúa principalmente misiones de apoyo a los emplazamientos de misiles y a equipos de fuerzas de seguridad, así como el transporte de personalidades en el área de la capital. Recientemente hemos realizado algunos cambios en los Huey, instalando nuevas capacidades de combustión como soporte en condiciones atmosféricas adversas. El Huey ha estado en servicio durante mucho tiempo y, precisamente por ello, presenta algunas limitaciones: tamaño, peso, capacidad de levantar carga, alcance, etc. ¿Hacia dónde se dirige la USAF? Nuestro desafío inmediato en un futuro cercano es la sustitución de los HH-60G por los HH-60W Pave- Hawk, de los que esperamos tener el contrato durante 2017-18 y empezar a operar en 2021. El HH-60W aportará múltiples ventajas en materia de capacidades en comparación con el HH-60G, si bien eso no supondrá un salto sustancial en cuanto a tecnología y no modificaremos radicalmente nuestra forma de trabajar. Respecto a los 63 UH-1N, nuestra intención es sustituirlos en un periodo de diez años, si bien no sabemos aún qué aspecto tendrá la nueva aeronave, pues aún no hemos efectuado la selección, y no hay contratos previstos ni programados. En la USAF damos gran valor a las relaciones con nuestros aliados por muchos motivos; por ejemplo, los ejercicios conjuntos que llevamos a cabo por todo el mundo, de los que extraemos grandes aprendizajes, que confirman las ventajas de los ejercicios en materia de adiestramiento, así como el Entrenamiento y la Formación a personal aliado. Para finalizar, recalcaré que la capacidad para poder operar en cualquier escenario del mundo requiere alianzas. En la USAF buscamos esas alianzas porque queremos trabajar con aliados, queremos participar, o bien queremos que ellos alcancen la capacidad de trabajar sin nuestro apoyo. 180 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Marzo 2017 dossier
REVISTA DE AERONAUTICA Y ASTRONAUTICA 861
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