Page 45

RAA 870

cos; una Unión activa en las Naciones Unidas y que defienda un sistema multilateral basado en normas, orgullosa de sus valores y protectora de sus gentes, que promueva el comercio libre y justo y una política climática mundial positiva.» El compromiso de reforzar la seguridad y defensa comunes que se incluye en la Declaración de Roma es un claro mandato para el futuro. Sin embargo, el presidente de la Comisión Europea concretó más en un discurso ante el Parlamento Europeo el 13 de septiembre de 2017. En efecto, el Sr. Juncker afirmó: «Para el año 2025 necesitamos una Unión de Defensa Europea totalmente desarrollada » Aunque esa declaración puede considerarse optimista es un hecho que como se recoge en este artículo tras el Brexit el impulso dado a la seguridad y defensa en la UE ha sido muy notable. EL COMIENZO DE UN LARGO CAMINO La idea de una colaboración en materia de defensa de los estados europeos tiene ya una larga trayectoria. En efecto, ante la situación existente en los países del este y centro de Europa «liberados» por la URSS al final de la Segunda Guerra Mundial, se temió que la presión soviética influyese también en el devenir político de los países situados en el oeste del Viejo Continente. Para contrarrestar esa temida influencia surgieron iniciativas para una colaboración de esos países en temas de defensa. Uno de los primeros pasos dados en esa dirección fue el Tratado de Bruselas firmado el 17 de marzo de 1948 por Francia, Inglaterra y los países del Benelux (Bélgica, Países Bajos y Luxemburgo). En este punto conviene recordar que tras la firma del Tratado de Bruselas se iniciaron conversaciones de los países firmantes de ese Tratado con los Estados Unidos y Canadá sobre lo que terminaría siendo el Tratado de Washington. A la ronda final de las negociaciones, que empezaron el 8 de diciembre de 1948, se invitó también a Dinamarca, Islandia, Italia, Noruega y Portugal. El 4 de abril de 1949, los doce países mencionados firmaron el Tratado del Atlántico Norte que, con solo 14 artículos, es uno de los documentos más cortos de este tipo. Otro intento de avanzar en la colaboración defensiva fue la Comunidad Europea de Defensa, cuyo tratado constitutivo llegó a ser firmado por Benelux, Alemania, Italia y Francia el 27 de mayo de 1952. El proyecto se frustró cuando en agosto de 1954 la Asamblea Nacional francesa no ratificó el tratado. Sin embargo, por los acuerdos de París y Londres de 21 de octubre de 1954 se modificó el Tratado de Bruselas y así nació la Unión Europea Occidental (UEO) con la inclusión de Alemania e Italia. La UEO tuvo una larga vida hasta que, después del Tratado de Lisboa (TdL) y de un proceso de asunción de sus funciones por la UE, cesó en sus actividades el 30 de junio de 2011. En el cuadro I se recogen los primeros pasos en la cooperación en defensa en Europa occidental y posteriormente en la UE. REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Enero-Febrero 2018 43


RAA 870
To see the actual publication please follow the link above