tendencia a infravalorar la fuerza de la democracia ante las adversidades:
crisis, guerras... Es un viejo tópico de las ideologías
autoritarias también presente en la Transición y el 23-F. Es verdad
que la democracia en 1981 era de extrema fragilidad. Pero esas
instituciones superaron con éxito la tremenda prueba de esfuerzo
y a partir de ahí el sistema constitucional aceleró su consolidación
». Fue así porque «hay una ley histórica que conviene tener
presente: que las democracias se adaptan mejor a las crisis, y las
manejan mejor».
«Toda la actuación de Suárez, primero en el hemiciclo y después
en la sala en la que permaneció aislado, obedeció al firme
propósito de mantener la dignidad del presidente del Gobierno de
España y la dignidad de la democracia». Su obsesión fue, según
sus palabras, «dar la cara». «Si me mataban, tenía que ser cara a
cara». Es la misma reacción cuando, más tarde, desafía a Tejero
y le ordena: «¡Cuádrese!». Cuando sigue hablando a los guardias
que le vigilan, pese a las órdenes de Tejero de no escucharle.
«Sin pronunciar palabra —concluye el profesor Fuentes— Adolfo
Suárez dejó para la posteridad la intervención más elocuente de
la historia del parlamentarismo español».
Después del 23-F, la entrada en la OTAN, bajo el gobierno de Leopoldo
Calvo-Sotelo, abrió la puerta a la conversión de nuestras Fuerzas
Armadas en un ejército volcado al exterior, al
servicio de la paz y la estabilidad en el mundo.
Siguió la gran reforma estructural de las
Fuerzas Armadas de los gobiernos de Felipe
González, con las reformas legislativas, la
modernización y la incorporación de la mujer.
Luego, la suspensión del servicio militar y la
profesionalización del Ejército bajo la presidencia
de José María Aznar. Finalmente, la
creación de la Unidad Militar de Emergencias
durante la de José Luis Rodríguez Zapatero.
La conciencia de la sociedad de que cuenta
con unas Fuerzas Armadas eficaz e incondicionalmente
a su servicio ha culminado en el
último año con su labor durante la pandemia.
Manuel H. de León/EFE
Pero la reforma de las Fuerzas Armadas no empezó el 24-F:
lo hizo con los gobiernos del presidente Adolfo Suárez, con la
creación del Ministerio de Defensa, cuyo primer titular fue Manuel
Gutiérrez Mellado, al que sucedió Agustín Rodríguez Sahagún
como primer civil al frente de esa cartera desde la II República.
Suárez, Gutiérrez Mellado y Carrillo no fueron «héroes de la retirada
», como escribe Javier Cercas, siguiendo la imagen de Hans
Magnus Enzensberger. Fueron héroes, porque encarnan las virtudes
civiles de su tiempo y del nuestro. Y no fueron héroes de la
resistencia. No solo resistieron en un momento de excepcional
dignidad. Fueron pioneros, porque en su labor está el primer paso
imprescindible de lo construido luego.
Actuaron con el pasado siempre presente, «como un repertorio
de errores ya cometidos que había que evitar a toda costa», escribe
Fuentes. No tenemos «ningún motivo para pensar que nosotros lo
haríamos mejor», concluye Cercas.
Años más tarde, en 2002, Suárez valoraba que la grandeza de la
Transición había sido «precisamente el descubrimiento del valor y la
importancia del otro». Su propia capacidad de empatizar sorprendió a
Carrillo cuando empezó a conocerle.
Los tres merecen, hoy y siempre, nuestro homenaje. Santiago
Carrillo, que contó luego qué pensaba durante esas horas:
«Lo que es la vida, en 1936 estábamos
los dos en Madrid, él dirigiendo la quinta
columna franquista y yo luchando contra
ella, y henos aquí hoy, juntos, esperando
la misma suerte por defender la democracia
». Manuel Gutiérrez Mellado, «figura
emblemática del nuevo ejército al servicio
de la democracia». Y Adolfo Suárez, artífice
del cambio con su intuición política, su
habilidad en situaciones difíciles y su dignidad.
La imagen de él y de Gutiérrez Mellado
de pie, ante los golpistas armados,
encarna al poder público que construye el
Derecho y se rige por él, al servicio de la
dignidad de todos. L
Los tres fueron
pioneros, porque
en su labor está
el primer paso
imprescindible de
lo construido luego
Abril 2021 Revista Española de Defensa 27