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REVISTA EJÉRCITO
N.º 975 EXTRAORDINARIO JUNIO
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que esté de acuerdo con los objetivos
establecidos en la OREL/OGEN.
En él se coordinan todas las actividades
de generación y preparación
del contingente. Este plan está enfocado
más a la preparación que a la
generación, por lo que se dirige principalmente
desde las secciones de
operaciones, con apoyos de las de
personal y logística, puesto que a estas
alturas todavía quedan hitos pendientes
de generación. Su fin es conseguir
el adiestramiento específico
que complementa al adiestramiento
orgánico, buscando la adaptación al
nuevo escenario, procedimientos o
materiales.
El papel del CGDIV no se limita a establecer
el Plan ACAD, coordinarlo y
controlar sus actividades. También
se generan las estructuras de los
ejercicios finales de integración y
evaluación del contingente. La nueva
célula G7 del CGDIV tiene en estos
momentos un papel relevante,
pues aporta la documentación, el
calendario y las actividades asociadas
a estos ejercicios (estructura de
mando y control, reuniones de planeamiento,
MELMIL, etc.). El resto
de secciones apoyan para configurar
el EXCEN y proporcionar los
apoyos correspondientes. Para ultimarlos,
es fundamental la participación
de diversas unidades y, muy
especialmente, de la unidad base
generadora, que asume el peso de
la ejecución.
Establecido el Plan ACAD, las brigadas
organizan sus programas de
adiestramiento de contingente, plan
de adiestramiento específico (PIA
PAE) y plan de adiestramiento final
(PIA PAF). El primero corresponde a
la fase de organización, generación y
actividades de preparación orgánica.
Durante esta se ejecutan tareas de
generación y de instrucción y cometidos
de adiestramiento hasta el nivel
compañía. En el segundo, se organiza
el adiestramiento hasta el nivel
contingente (fase de agrupamientos
tácticos) y se realiza la evaluación
correspondiente para su certificación
y entrega a la cadena operativa,
incluyendo la fase de concentración.
Estos programas, elaborados a nivel
brigada como unidades base generadoras,
son aprobados por el jefe de
la división.
Durante la preparación, las necesidades
van más allá de lo que la propia
división puede aportar. Primero,
porque hay numerosas unidades de
fuera de este ámbito que son alistadas
dentro de los propios contingentes.
Segundo, porque no todos
los materiales requeridos en zona de
operaciones están dentro del ámbito
divisionario. Esto conlleva necesariamente
que el proceso no sea estanco,
debiendo establecerse contactos
directos habituales con otras
divisiones, mandos o centros. Esta
fase supone una cantidad elevada
de contactos entre coordinadores,
ejecutores, apoyos, simulación, evaluación,
etc. El catálogo de ejercicios,
cursos y jornadas, colaboraciones y
apoyos de materiales o personal es
muy extenso; los cometidos, tareas
y áreas por evaluar también. Los
cuarteles generales y PLMM de las
UBG centralizan la mayoría de las
coordinaciones y realizan una eficiente
labor para conseguir que, al
final de cada fase, la preparación llegue
a alcanzar los hitos marcados.
Aunque el alistamiento se realiza con
base en criterios de selección de perfiles
requeridos, se intenta por todos
los medios respetar los lazos orgánicos.
Esto puede conllevar que el personal
no cumpla exactamente con
los requisitos en los primeros momentos
de la preparación del contingente,
pero se ultiman sus capacidades
a través de estos programas,
consiguiendo la idoneidad requerida
a la vez que se continúa respetando
la orgánica. Al final, se consigue la
certificación de los distintos contingentes
para que puedan pasar a la
cadena operativa.
A día de hoy, la División Castillejos
participa en las siguientes operaciones:
— LH-UNIFIL. Líbano.
— AI-NATO Mission Irak (NMI). Irak.
— EFP. Letonia.
— EUTM Mali.
Ciertas capacidades se han puesto de relevancia durante los últimos años