NACIONAL
emplea como vapor y se deja que actúe;
y la segunda, donde se aplica hipoclorito
y alcohol.
«Continuamos con la misma dinámica
que en “Balmis”, pero ahora vamos más
rápido con las diluciones y sabemos bien
cómo tenemos que hacerlas; además
es el mismo equipo, por lo que hay más
confianza», señala el sargento 1º Campo.
También subraya que la disposición de
los equipos no ha cambiado y están muy
unidos ya que «la gente es muy participativa,
nadie pone ningún problema y eso
facilita mucho las cosas».
A estas tareas se ha sumado el sistema
ATILA (Antivirus por Iluminación de Luz
Ultravioleta Autónomo), implantado en
los robots de desactivación de explosivos
Teodor y que ya se puso en marcha durante
la operación “Balmis” en los servicios
esenciales e infraestructuras críticas. Dicho
sistema aplica luz germicida ultravioleta
para descontaminar espacios diáfanos
donde no se puedan emplear los pulverizadores
y otras soluciones desinfectantes.
Es el caso de Regimiento de Ingenieros
nº 1, que lo utilizó, por primera vez, para
las labores de limpieza en un centro ocupacional,
en Burgos, el 15 de octubre.
ATILA incidió en los lugares con más carga
viral, como el comedor, el botiquín o
la lavandería. Posteriormente, un equipo
repasó las zonas de sombras, donde
la iluminación no alcanza. «Para mí, es
una herramienta perfecta, desarrollada
por y para militares, que no genera residuos.
No hay que aplicar productos químicos
y permite la movilidad y el trabajo
con material sensible», asegura el subteniente
Velasco, uno de los integrantes
del Regimiento.
Otras unidades están también preparadas
para cuando se las requiera, como
el Batallón de Zapadores de la Brigada
“Extremadura” XI, que ha recibido el
sistema ATILA y ya ha certificado tres
equipos. ¢
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