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166 Revista del Instituto Español de Estudios Estratégicos Núm. 1 / 2013 te a la industria del secuestro, cobrando dinero por liberar rehenes. Empero, las ganancias obtenidas por ese medio no han podido ser precisadas hasta la fecha. 4.2.3 Otras actividades delictivas de significación: extorsión, más tráficos ilícitos, robos y estafas. Las facciones yihadistas establecidas en Af-Pak, Irak y el Sahel Occidental han imitado otras prácticas características de la criminalidad organizada además de los tráficos ilícitos y los secuestros. En un apartado anterior ya mencionamos las prácticas extorsivas realizadas en Pakistán y Afganistán por grupos yihadistas próximos a Al Qaeda, impuestas a varios segmentos de la población y del empresariado locales. No obstante, la extorsión ha sido igualmente empleada en Irak y en el norte de Malí42. Su fortalecimiento, a partir de 2004, permitió a la insurgencia sunní arrebatar a las fuerzas de la Coalición el control de las autopistas, lo que enseguida se tradujo en la imposición de cobros de tránsito. Entre las víctimas de tales cobros, se incluirían los contratistas extranjeros y nacionales que debían llevar a cabo la reconstrucción de las propias autopistas así como los conductores que transportaban toda clase de mercancías, ya fueran legales (especialmente alimentos, combustible y material de ingeniería) o ilegales (como productos robados para hacer contrabando). En estos últimos casos la extorsión podía complementarse con la confiscación de parte del material transportado. Así, en la época en que los servicios de transporte aéreo y por vía férrea se hallaban inoperantes en la mayor parte del país, el paso por autopista de cualquier camión cargado de combustible requería el pago medio de unos 500 dólares. Por su parte, no pocos contratistas y empresarios se acostumbrarían a inflar sus presupuestos para incluir en ellos las sumas de dinero necesarias para evitar ataques, secuestros y otros actos de sabotaje por parte de grupos criminales e insurgentes. Otro importante blanco de extorsión explotado por los insurgentes yihadistas y laicos han sido las minorías chiíes y cristianas establecidas en regiones bajo control sunní, una práctica por cierto reproducida por milicias chiíes en sus áreas de influencia. La extorsión en Irak fue especialmente intensa durante los cuatro años que siguieron a la intervención de 2003. En tercer lugar, también se ha podido contrastar que la constitución de un condominio yihadista en el norte de Mali en 2012 trajo aparejada la aplicación de prácticas extorsivas a la población local. A ello se sumaría además el cobro forzado de tasas impuestas al personal de organizaciones no gubernamentales, llegando a cobrar en estos casos peajes de hasta 50.000 francos por cada vehículo que se adentraba en la zona con el fin de repartir ayuda humanitaria43. Otra actividad delictiva de significación llevada a cabo por actores yihadistas en los escenarios que venimos analizando corresponde a varias formas de tráficos ilíci- 42  WILLIAMS, Phil . “Criminal, militias, and insurgents: organized crime in Iraq”, Strategic Studies Institute, Washington, 2009. Disponible en: http://www.strategicstudiesinstitute.army.mil/pdffiles/ pub930.pdf 43  Reinares, Fernando. “Un condominio yihadista en el norte de Mali: ¿cómo ha surgido?, ¿se consolidará?” Real Instituto Elcano, ARI 52/2012, 17/07/2012.


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