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REVISTA_DE_AERONAUTICA_Y_ASTRONAUTICA_855

MAURITANIA Y SU EJÉRCITO DEL AIRE Mauritania es un país en claro crecimiento, pero aún con escasas infraestructuras y en donde, por ejemplo, el alcantarillado es por el momento inexistente. Antigua colonia francesa, su población tiene en su mayoría un origen nómada que abandonaron hace menos de 60 años, con lo cual gran parte de los habitantes de más de 50 años nacieron en “haimas” en mitad del desierto. Más de 14 tribus conviven entre sí, comunicándose mediante el lenguaje hasanilla, un dialecto del árabe clásico que deja en segundo lugar al francés, solo hablado por las élites del país. La esclavitud fue abolida en este país hace apenas 10 años, pero las formas de vida ligadas a ella y la estratificación social, en función de la raza, aún están claramente arraigadas en Mauritania. Mientras se escriben estas letras la fiebre del oro se apodera de parte de la población. Más de 30.000 personas han dejado la ciudad de Nuakchot y sus pocos remunerados trabajos para dirigirse a un punto del desierto, situado 400 kms. al norte de la capital, en las proximidades de la mina de oro de Tasiasts, explotada por la empresa Kinross, en cuyas arenas con simples detectores de metal se ha encontrado oro. Al mismo tiempo se finalizan, en esta república islámica, los proyectos de un nuevo aeropuerto internacional con dos pistas de aterrizaje y una nueva universidad entre otros. Si a estos proyectos les sumamos las prospecciones petrolíferas, que ya han dado como fruto la explotación de un primer pozo 40 kms. mar adentro, al oeste de la capital, y el hallazgo de gas natural al norte del país, se dibuja un panorama bastante esperanzador para el país. En un país en que el ejército tiene un gran poder y en el que el jefe de Estado Mayor de los Ejércitos es la segunda mayor autoridad “de facto” tras el presidente Abdelaziz, el Ejército del Aire mauritano tiene una estructura que desde el punto de vista de los ejércitos europeos no podría sino calificarse de peculiar. Con tan solo unos 300 efectivos y un rango máximo de coronel ostentado por el JEMA mauritano, cuenta sin embargo en su haber con casi treinta aeronaves, la mayoría de ellas cedidas por terceros países. Estas cifras nos muestran un ratio de aeronaves/ personal muy elevado y desde luego mucho mayor que el de nuestro Ejército del Aire. Las dos únicas bases aéreas mauritanas se encuentran en Nuakchot y en Atar. En Nuakchot, la pista es compartida con el aeropuerto internacional, situado en mitad de la ciudad a menos de dos kilómetros de la costa. Sus instalaciones militares dan cabida al Estado Mayor, un centro de operaciones y a dos hangares en donde “duermen” diariamente dos Cesnna-208 (Grand Caravanne), regalo de EEUU, dos copias chinas del helicóptero Dauphine, varios helicópteros AX-108 de origen italiano, una avioneta Pilatus PC-07 y finalmente un precioso DC-3 en perfecto estado de revista. Tanto el DC-3 como la Grand Caravanne han sido equipados con sistemas electrópticos tipo FLIR (“Forward Looking Infrared”) y son mantenidos por el Ejército estadounidense, lo que les permite llevar a cabo misiones de IMINT (Inteligencia de Imágenes) que tienen como principal objetivo el control de sus fronteras y de la parte del Sahel mauritano, en que tienen lugar actividades de contrabando u otras típicas del crimen organizado, o en donde en ocasiones se refugian grupos terroristas, provenientes de países vecinos como Argelia, en concreto AQMI (Alqaeda en el Magreb islámico), o del norte de Mali, región de Azawad, en donde operan MUYAO (Movimiento de Unidad de la Yihad en el África Oriental) o Ansar Dine. En la Base Aérea de Atar, 350 kms. al interior, en mitad del desierto, el Ejército del Aire mauritano ha creado hace menos de diez años su “Ecole de l´Air”, albergando al mismo tiempo también a su escuadrón operativo más avanzado, que tiene como misión principal el control de sus fronteras, estando equipado para ello con aviones de ataque a suelo, Super Tucano EMB314 y Tucano EMB312. Antes de que fuese creada su “Ecole de l´Air”, la mayor parte de los pilotos y técnicos del Ejército del Aire mauritano se formaban previamente en países extranjeros, la mayoría de ellos francófonos (Marruecos, Francia, Túnez) para sortear la barrera lingüística, aunque también en ocasiones en otros países como España o EEUU. La formación actualmente se lleva a cabo en su mayoría en la Base Aérea de Atar, sobre aeronaves Aeromakki tipo F-260 para luego pasar al Tucano y finalizar la formación volando el Super Tucano, en el caso de los pilotos de caza. Los pilotos de transporte, tras volar el F-260, continúan su formación en las aeronaves de transporte antes mencionadas y con base en Nuackchot. 585 Tripulante observador fotógrafo del Ala 49 con población local. Superpuma en parking militar.


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