Page 81

RAA_879

La ministra de Defensa con la directora del Colegio Diocesano Asunción de Nuestra Señora (Ávila) de los asientos fue lo que más llamó la atención de un personal acostumbrado a otras configuraciones menos castrenses. Los alumnos y los profesores pudieron conocer los objetivos de la formación militar en general y la de los centros de enseñanza militar en particular, como los de esta academia, tal y como perseguía el espíritu del concurso. Tras la bienvenida, a estos distinguidos visitantes les esperaba uno de los platos fuertes del día: una exhibición de la patrulla acrobática del Ejército del Aire. La Patrulla Águila, en uno de sus entrenamientos, tuvo la oportunidad de dejar deslumbrados a los más jóvenes y a los no tanto ante la pericia y el desempeño de sus habilidades al mando de los C-101. Finalizada la exhibición, los alumnos y algunos profesores pudieron ponerse a los mandos de unos de los aviones de formación que la Academia tenía preparados para el evento. Subirse a uno de estos aviones suponía para los curiosos visitantes conocer, aunque fuera poco, cómo son las condiciones de los pilotos en su quehacer diario. Durante toda la jornada estuvieron acompañados por los cadetes de la Academia que tuvieron ocasión de explicar su rutina diaria y sus planes de estudio a unos jóvenes que se mostraron interesados por sus propias perspectivas de futuro mientras paseaban por las habitaciones, espartanas, según unos y otros. Después de la visita al museo y a la biblioteca que la AGA tiene en sus instalaciones, la jornada finalizó con el también acto académico de la comida, en la que los alumnos de la Academia mostraron en este ceremonial acto cómo se convive a diario. Esta visita es realmente el premio al que optan los centenares de estudiantes que se han presentado a este concurso que cumple su cuarta edición. Como en la pasada edición, también se realizó el emotivo acto de reconocimiento a los premiados, y qué mejor lugar que el corazón del Ejército del Aire, su cuartel general. El Salón de Honor se convierte en el escenario perfecto para recibir a unos alumnos y a unos profesores que han desarrollado con mimo la participación en este concurso y que tras su preparación han conseguido realizar los mejores ejercicios de esta lúdica actividad. Un alumno del Colegio Asunción de Nuestra Señora tuvo la ocasión de pronunciar unas palabras de agradecimiento a las que unió su propia visión del concurso, de las Fuerzas Armadas, en particular del Ejército del Aire y de la sociedad para establecer ese paralelismo en valores que en tantas ocasiones tienen los centros de enseñanza y las instituciones militares. En definitiva, este concurso tiene la finalidad de mostrar a la sociedad, a los más jóvenes y a los que tienen la responsabilidad de formarlos, cómo son los centros de enseñanza del Ejercito del Aire, pero lo que se muestra realmente es cómo este colectivo está organizado y cómo son los hombres y mujeres que cada día demuestran con qué valores trabajan en pos de un objetivo. Los alumnos no solo aprendieron a tener una visión de una organización, sino que tuvieron la oportunidad de conocer el alma de esa organización, conociendo a su personal y conociendo los valores de lealtad, respeto, responsabilidad, solidaridad y generosidad, que son los que mueven al Ejército del Aire. Pero el Ejército del Aire también ha tenido su premio. Poder mostrarse a una sociedad, a unos jóvenes que son el futuro, y quién sabe si alguno de ellos podría ingresar en las Fuerzas Armadas, es algo que no todos los días se puede hacer. El que estos jóvenes y sus formadores hayan conocido desde dentro el Ejército del Aire garantiza que lo van a transmitir. n REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2018 975


RAA_879
To see the actual publication please follow the link above