992 BIBLIOGRAFIA

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Bibliografía LOS C-2.111 «PEDRO» DE CASA. José Luis González Serrano. Edición del autor, 2018. 301 páginas, 21 x 29,7 cm. ISBN: 978-84-09-01696-9 http://www.libreriagaudi.com/ los-c-2.111-pedro-de-casa José Luis González Serrano continúa la serie de monografías dedicadas a aviones que han hecho historia en nuestro Ejército del Aire. Tras sus recientes trabajos sobre «Los derivados hispanos del Bf 109» y «C5: El North American F-86F Sabre en el Ejército del Aire», le toca el turno ahora al Pedro, la versión española del bombardero alemán Heinkel He 111, designado oficialmente como C-2.111. En la línea de los trabajos anteriores, el autor ha realizado un meticuloso trabajo de investigación, acudiendo a archivos, rescatando documentos oficiales y contando con la colaboración de numerosos amigos y compañeros. Así, ha podido reconstruir las vicisitudes de cada uno de los aparatos, tarea siempre complicada con unos aviones cuyos indicativos variaban continuamente. El Heinkel He 111 participó durante casi toda la Guerra Civil como bombardero de la Aviación Nacional. Al acabar la contienda, el recién creado Ejército del Aire decidió basar su aviación de bombardeo en dicho aparato, del que ya en 1937 se habían iniciado los trámites para conseguir la licencia de fabricación en España. Limitado por las circunstancias de la Segunda Guerra Mundial, el entonces Ministerio del Aire no tuvo la opción de adquirir un modelo más avanzado, de modo que se desarrolló un avión que ya era un anacronismo cuando entró en servicio. El libro relata la trayectoria de estos aviones construidos en España por la empresa Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA) desde que comenzó la producción en 1941 hasta que los últimos de ellos fueron dados definitivamente de baja a mediados de los años setenta. Desde el inicio d e l p royecto, su desarrollo se vio limitado por la carestía de suministros así como por sucesivos c a m b i o s de criterio en la definición del proyecto. Es especialmente interesante la parte del libro que el autor califica como «la rocambolesca historia de los motores», en la que relata las diversas gestiones iniciadas al final de la Segunda Guerra Mundial, cuando era evidente que Alemania no podía seguir suministrando motores y repuestos para el avión. Entre las posibilidades que se barajaron estuvo el fallido intento de que CASA adaptara el Hispano Suiza HS 12-7-89 o las complicadas negociaciones a través de diversas empresas europeas entre el aluvión de ofertas aprovechando el final de la guerra. Finalmente, se adquirieron 354 motores en Francia. Pero el rendimiento de los motores originales, los Junkers Jumo 211 fue pésimo desde el primer momento, con continuas averías y fallos, que probablemente se debían a las características del propio diseño, pensado para una situación de guerra, con una vida útil prevista muy corta, no estando preparados para un largo funcionamiento en tiempos de paz. Por fin, en 1952 el Ministerio del Aire contrató con Rolls- Royce Ltd. la adquisición de 505 unidades del motor Rolls- Royce Merlin, tras un considerable retraso en el proyecto, pues se había decidido adquirirlos en 1947. En cualquier caso, el cambio a un motor con una mayor fiabilidad y vida útil fue muy bien acogido por pilotos y mecánicos. Dice el autor que según uno de los primeros pilotos que lo volaron «sonaba muy agradable al oído». Con ello llegó a nuestro EA un motor legendario, el Rolls-Royce M e r l i n , el motor que también equipó a aviones tan notables como los Spitfire, Hurricane, DeHavilland Mosquito, Avro Lancaster o P-51 Mustang, y en nuestro país, la adaptación del Messerschmidt Bf  109 convertido en el Buchón hispano. Del C-2.111 se realizaron diversas versiones: bombardeo, reconocimiento y bombardeo, fotográfico, escuela y pasajeros, siendo destinados a multitud de unidades tan diversas como la AGA, la Escuela de Especialistas de León, el Servicio Cartográfico y Fotográfico de Cuatro Vientos, el Regimiento de Bombardeo de Tablada o los grupos de FF. AA. de Albacete, Zaragoza, Agoncillo, Getafe, Villanubla, etc. Algunos de estos aviones fueron inmortalizados en la película rodada en 1968 La batalla de Inglaterra (The Battle of Britain). Años antes, con la llegada de los motores Merlin, se había procedido a una revisión general de los aparatos que incluyó la sustitución de la pintura de camuflaje, que presentaba graves problemas de corrosión, pintándose de aluminio sobre imprimación de cromato de cinc. Pero para el rodaje de la película, la productora se hizo cargo de la pintura con camuflaje de las unidades participantes para que figuraran como los Heinkel He-111 alemanes originales. En consecuencia, aprovechando esa circunstancia, el resto de la flota fue pintada según el mismo esquema a medida que se realizaban las sucesivas visitas a la maestranza. El libro contiene numerosas tablas con el historial resumido de los aviones, desglosado según estuvieran equipados con motores Jumo 211 o Merlin; la variación en el número de unidades operativas a lo largo de los años, así como las circunstancias de los accidentes por los que 83 de estos aviones causaron baja. Trece de ellos, sin embargo, se encuentran en diversos museos donde todavía pueden ser admirados. Algunos lucen las escarapelas españolas, como los que están en el Museo de Aeronáutica y Astronáutica de Cuatro Vientos, el Deutsches Museum de Oberschleissheim (Alemania) o el Musée de l’Air et de l’Espace de Le Bourget. Otros, sin embargo, lucen los emblemas de la Luftwaffe, como el ejemplar expuesto en el Imperial War Museum de Duxford (Reino Unido) o el existente en el Militär Historisches Museum de Gatow, Berlín. En definitiva, un libro de gran interés para los aficionados a la aeronáutica que disfrutarán recordando la historia de otro de los aviones que prestaron servicio en nuestro Ejército del Aire, conocido con el apelativo de Pedro, del que sin embargo, el autor no desvela su origen. 992 REVISTA DE AERONÁUTICA Y ASTRONÁUTICA / Diciembre 2018


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