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CABO MAYOR JOSÉ CARLOS BUMEDIEN AOMAR
VALORES ADQUIRIDOS
4ª Cía. / I Bandera
Podría decirse que las «malas juntas» fueron el detonante
que me llevaron a acudir a la voz de ¡a mí La Legión!,
alistándome pensando que sería algo pasajero con el que
obtener un poco de dinero, pero la camaradería que forjé
con mis compañeros de armas, las historias y hazañas que
me contaron mis mandos o las vacunas que me inyectaba
el ya fallecido cabo 1º Dabo, lo convirtieron en una forma de
vida a la que rápidamente me adapté y que no quería dejar
pasar, siendo prueba de ello mis ya 26 años de servicio en
nuestra gloriosa I Bandera.
Realicé mi UIL en la 6ª Compañía de la II Bandera bajo las
órdenes del capitán Bados, actualmente general de brigada,
donde sudé hasta mi última gota y por lo que me quedé tan
delgado que mi cuerpo llegó a asemejarse a una piqueta,
circunstancia que asustó a mi madre pensando que no me
daban de comer, cuando el Tercio ofrecía desde sus inicios
comida sana y abundante. Transcurrido un año, ascendí al
empleo de caballero legionario de 1ª mandando una pieza
en la Sección de Morteros Pesados. En 1997 realicé el curso
de cabo pasando a ser integrante de la Sección de Reconocimiento
y ascendiendo en ella a cabo 1º en 2001. Disfruté
de esta sección al máximo, dada su versatilidad y operatividad
bajo el mando de tenientes como Escanciano (todo un
montañero) y De La Llave (todo un guerrillero); Sección de
Reconocimiento en la que viví miles de vicisitudes que ahora
recuerdo con gran nostalgia.
En 2003 participé en una misión en Bosnia Herzegovina integrándome
en la Compañía «Melilla» formando con lo mejor
del Tercio 1º. En 2009 pasé destinado a la 4ª Sección
de la Plana Mayor de la Bandera donde dejé el fusil para
sentarme frente a un ordenador, al que con el tiempo he acabado
domando. Posteriormente fui destinado a la Sección
de Abastecimiento donde, desde entonces, cumplo fi elmente
mi labor de tener al día el inventario SIGLE de la unidad.
En mi trabajo no tiene cabida ni el «no se puede» ni el «esto
es imposible» e intento que el legionario disponga del mejor
equipo para su instrucción.
Puedo decir sin temor a equivocarme, que he aprendido valores
que no se adquieren igualmente en otros trabajos de
la vida civil, como son el honor, la lealtad, la disciplina o el
compañerismo, siendo mi misión como cabo mayor de la
I Bandera la de inculcar estos valores y experiencia a los
nuevos incorporados.
«Nuestra raza no ha muerto aún»
y ya sabéis:
«pasos hacia atrás, ¡ni para coger impulso!».
552 · III-2020 35 La Legión