In Memoriam <<
CORONEL ANTONIO REYES MATEO
Soledad Reyes Valls
En la mañana del día 4 de agosto del 2020, nos abandona el coronel de
infantería retirado de La Legión, donde pasó toda su vida vinculado, mi padre,
dando su último adiós a la vida, tranquilo, seguro, sereno y esperando su día,
listo para librar su próxima batalla. Fue un gran patriota, perteneciendo a esa
gran extirpe de guerreros de honor e integridad al servicio de la patria y de sus
ideales. Estuvo en diferentes tercios, luchó cuerpo a cuerpo en la Guerra de
Ifni-Sáhara y en la marcha verde. Condecorado por sus méritos y muy querido
por las tribus Ulad-Delines con quienes vivió treinta años.
El desierto fue su pasión y su gran soledad, donde solo con fe y coraje se forman
los hombres valientes, de inmenso corazón y mirada profunda y penetrante. Su
escritura era elegante como él, directa y rica en vocabulario, llena de pasión y
sentimientos desbordantes. Entre otros libros escribió con gran cariño la Aicha
Kandisa novela histórica donde relata con maestría las experiencias de su
desierto. Puedo decir que mi padre tenía ese carisma especial mezclado a su
vez con dulzura y extrema dureza que dejaba una huella imborrable a quienes
le conocieron. Papá, me postro también a tus pies como hacían los saharauis
del desierto, para agradecerte todos los valores que me has transmitido, echaré
de menos nuestras conversaciones, nuestras salidas tan especiales, tu dureza,
tus brazos protectores, tus halagos… Te siento dentro de mi, te veo en el mar,
en el buen vino y también en las guapas mujeres. Sigue viviendo papá porque
hombres como tú, no mueren nunca, solo hacen historia.
JUAN PARADA LEITAO «PORTU»
Alejandro Nantón Díaz
Patrono de La Fundación Tercio de Extranjeros y Legionario de Honor
Servir en La Legión, y ser Legionario, en algunas ocasiones supone
un «lance» diferente. Una prueba de ello es, y siempre será, nuestro
querido «Portu». Juan Parada Leitao, subteniente, nacido en la ciudad
lusitana de Braga en 1933. Este primero de agosto emprendió su último
viaje.
Lo primero que hay que decir de él, es que era español. Un caballero
español nacido en Portugal. Un legionario que siempre conjugó la
veteranía y la experiencia, con una férrea vocación de servicio. Un
hombre desprendido, que vivifi có en más de tres décadas de servicio
en el Tercio todo nuestro Credo Legionario, tanto en su vida militar,
como en sus relaciones familiares y entorno más cercano. Vistió
con transparente orgullo la verde sarga en los cuatro Tercios, y la XIII
Bandera. Nunca se desprendió de su uniforme, porque sus enseñas,
como sus tatuajes, se habían grabado a fuego en una vida prioritariamente
dedicada a La Legión, a nuestra Legión. Su vocacional sentir,
impregnó absolutamente todas sus experiencias, como legionario,
como esposo, como padre y como amigo. Por qué siempre mantuvo y
salvaguardó la amistad y la camaradería como un valioso patrimonio.
Su sentido de la lealtad no tenía limites, y por eso su permanente capacidad
de entrega, y sobre todo su sencillo, pero depurado sentido
de la cortesía.
Nuestra amistad inició su forja en el seno de la hermandad de Las Palmas,
en un intenso viaje a Fuerteventura, para celebrar el 75 Aniversario
Fundacional. La hermandad siempre podía contar con él, y cuando la
Fundación Tercio de Extranjeros comenzó su andadura en Las Palmas, el
primero en dar un paso al frente, fue él, nunca faltó a ninguna actividad. Siempre reiteraba, «tu apúntame, ya para siempre, el día
que no venga es porque estaré muerto». Sería imposible resumir o escoger anécdotas de «El Portu» tanto como legionario como
en su condición de veterano. Creo que, si preguntáramos a los que lo conocieron bien, destacarían unánimemente que siempre
siguió «el camino de los caballeros», siempre «rindió culto a la cortesía» y desde luego, fue un buen cristiano. Si igualmente fuera
necesario señalar alguna carencia, todos estaríamos de acuerdo en que lo único que podríamos reprocharle es que después de
tantos años en La Legión, y formar una familia en Telde (Gran Canaria), no hubiera mejorado su castellano. Su acento lusitano era
extremadamente marcado. Falleció en Las Palmas el 1 de agosto, pero su impronta, su legado, y su amistad, no morirán jamás.
552 · III-2020 73 La Legión