Pepe Díaz
a cabo entre dos y tres misiones por semana.
Más que el número de vuelos, lo
importante es que las tripulaciones están
listas para operar cualquier día de
la semana, durante los 365 días del año.
—Marfil ha cambiado de instalaciones.
¿Qué ventajas tienen las nuevas?
—El destacamento cambió a su ubicación
actual en septiembre de 2020, dado
que la Escala Aeronáutica de los Elementos
Franceses en Senegal se trasladó
desde el aeropuerto Senghor, situado en el
centro de Dakar, al nuevo aeropuerto internacional
Blaise Diagné, a 70 kilómetros
de la capital. La nueva ubicación permite
disponer de más amplios espacios
de trabajo y de la capacidad de operar
de manera independiente de las fuerzas
raciones muy extensa y, como le decía,
deben pernoctar con frecuencia fuera de
nuestra base. En ocasiones las misiones
duran cinco o seis días, en los que las
tripulaciones deben alojarse en condiciones
muy austeras, compartiendo los
módulos de vida de campaña, en tiendas
o contenedores acondicionados al efecto.
La totalidad del contingente se encuentra
alojado en un hotel seleccionado por
cumplir los requisitos de seguridad y
comunicación con el aeropuerto Blaise
Diagné, donde nos encontramos basados.
—¿Cómo es el ambiente multinacional
que se vive en la base?
—Muy favorable, ya que se enmarca
en un espíritu de colaboración y prestación
de los apoyos precisos. Dentro de la
nueva base existe gran proximidad entre
el contingente español y las fuerzas francesas,
si bien el trabajo de unos y otros es
bastante autónomo. Nuestro trabajo se
ve facilitado por la presencia de oficiales
de enlace franceses dedicados a la operación
Barkhane, cuya función es servir
de nexo entre el destacamento español y
el resto de unidades francesas desplegadas
por la zona de operaciones. Con el
mismo espíritu de colaboración, existe
una figura denominada convoyeur, que se
integra como un miembro más de la tripulación
al objeto de facilitar la comunicación
y solucionar cualquier problema
sobrevenido durante la ejecución de los
vuelos en bases a veces muy alejadas del
destacamento, y donde los únicos apoyos
recibidos son de las fuerzas francesas.
—¿Cómo se organizan?
—El Ala 35 proporciona las tripulaciones
de vuelo y el personal de mantenimiento
de las aeronaves. El EADA
contribuye con capacidades de seguridad
o protección de la Fuerza, tanto en
tierra como en las misiones de vuelo y
apoyo para carga y descarga de las aeronaves.
El Grupo Móvil de Control Aéreo
asegura la continuidad de las comunicaciones
y la operación de los servicios de
información. El resto procede de unidades
del Ejército del Aire y de destinos de
la estructura del Ministerio de Defensa.
Las funciones cubiertas son tan variadas
como sanidad, con un hospital de nivel
básico para operaciones Role 1, gestión
administrativa y económica, inteligencia,
mantenimiento de instalaciones...
Santiago Fernández del Vado
francesas, salvo servicios como extinción
de incendios, seguridad exterior...
Esta ubicación ha hecho posible la
construcción de un edificio modular, en
el que se han establecido las principales
áreas. También ha facilitado la edificación
de un hangar propio, que no había
en la anterior ubicación, lo cual sirve
para realizar trabajos de mantenimiento,
evitando las extremas condiciones climatológicas
y las precipitaciones fuertes en
la estación húmeda, de julio a octubre.
—¿Cómo son las condiciones de
vida de los miembros del contingente?
—Varían en función de si es personal
de vuelo, o personal que desempeña
sus cometidos en tierra. Los primeros
realizan vuelos por una zona de ope
Enero 2022 Revista Española de Defensa 19