de trasladarlos a algún centro hospitalario,
teniendo en cuenta que pueden
acudir personas mayores o con enfermedades
previas.
Las Fuerzas Armadas también recopilan
los datos de filiación de los vacunados,
que deben rellenar documentos
sobre sus antecedentes médicos y firmar
un consentimiento informado. Estos
datos se trasladan, posteriormente,
al Registro Nacional de Vacunación.
Además de los equipos móviles,
Defensa ha ofrecido sus dos hospitales
militares para impulsar la vacunación
entre los mayores de 12 años que
aún no lo han hecho y en las personas
pendientes de las dosis de refuerzo: el
Hospital Central de la Defensa Gómez
Ulla, Centro de Vida y Esperanza, de
Madrid, y el Hospital General de la
Defensa, de Zaragoza.
«Es esencial que todo el mundo se
vacune —señaló la ministra de Defensa,
Margarita Robles, durante la visita
que realizó a los equipos móviles en el
Instituto de Medicina Preventiva de la
Defensa el pasado 31 de diciembre—,
por eso es importante el refuerzo que
se ha acordado para que las Fuerzas
Armadas puedan vacunar a la población
civil».
La ministra dio las gracias a todo el
personal, «porque detrás de todo este
dispositivo hay una preparación muy
importante de equipos de enfermeros,
médicos, informáticos… La vacunación
es un proceso complicado pero salva
muchas vidas».
RASTREADORES MILITARES
El incremento de casos positivos por
COVID-19 ha propiciado que las comunidades
autónomas hayan solicitado
la colaboración de más rastreadores
militares hasta alcanzar los 1.500.
Esta cooperación, ahora reforzada,
se lleva a cabo desde septiembre
de 2020, cuando se puso en marcha la
operación Misión Baluarte. Desde entonces,
los militares de los Ejércitos y
la Armada han realizado más de seis
millones de llamadas para el seguimiento
de casos positivos o el rastreo
de sus contactos.
Este seguimiento lo llevan a cabo
desde las Unidades de Vigilancia Epidemiológica
instaladas, generalmente,
en bases y acuartelamientos militares.
En la Brigada Paracaidista se han activado tres secciones de la Unidad de Vigilancia
Epidemiológica, con 97 rastreadores, a petición de Castilla-La Mancha.
ha sido continua desde el inicio de la
pandemia. Comenzó en marzo de 2020
con la operación Balmis que involucró
a los militares en tareas de desinfección,
labores logísticas, traslado de
pacientes entre hospitales y, en la Comunidad
de Madrid, de fallecidos a las
morgues provisionales instaladas.
Tres meses duró esta operación tras
la cual, el Mando de Operaciones activó
de nuevo a las Fuerzas Armadas
al producirse otra importante ola de
coronavirus. Nació así la operación
Misión Baluarte, que aún permanece
activa, durante la cual se han llevado
a cabo tareas de desinfección, transporte
de vacunas y vacunación de los
deportistas olímpicos y paralímpicos
que compitieron en Tokio el verano de
2021, entre otras.
Misión Baluarte, sin embargo, tenía
un objetivo principal: colaborar en el
rastreo de personas que habían dado
positivo en coronavirus así como de
sus contactos estrechos. Catorce meses
después de su puesta en marcha, y
cuando ya se pensaba en su desactivación
por la baja incidencia del virus en
otoño, se ha reforzado con un mayor
número de militares que ya trabajan
mano a mano con las instituciones civiles
para ayudar a frenar la sexta ola de
la pandemia.
Elena Tarilonte
Trece
comunidades han
solicitado el apoyo
de Defensa para
vacunar a sus
ciudadanos
Enero 2022 Revista Española de Defensa 25
Ricardo Pérez/MDE
Una de ellas, ubicada en la base Príncipe
, en Paracuellos del Jarama (Madrid),
sede de la Brigada Paracaidista,
fue visitada por Margarita Robles el
pasado 27 de diciembre. Tres de las
nueve secciones de esta UVe, con 97
rastreadores, habían sido activadas
una semana antes a petición de Castilla
La Mancha.
«La capacidad de respuesta rápida
inicial está en el ADN de todos nuestros
paracaidistas. Somos una unidad
muy ligera, flexible y de rápida respuesta
», señaló el jefe interino de la
BRIPAC, coronel Javier Betolaza,
quien trasladó a la ministra de Defensa
la disposición absoluta de la brigada
para dar su apoyo a cualquier misión
que se les encomiende.
La colaboración de las Fuerzas Armadas
en la lucha contra el COVID-19