1870. LA ANEXIÓN DE ROMA POR EL EJÉRCITO ITALIANO 233
En 1848 el rey de Cerdeña, Carlos Alberto, declaró la guerra a Austria.
Este movimiento de independencia unido a la revolución de la primavera
de los pueblos obligó al Papa a huir de Roma. El 9 de febrero de 1849
la Asamblea constituyente romana declaró la República y la caída del poder
temporal del Pontífice. En su ayuda acudieron los ejércitos de Austria, Francia,
España y Nápoles que restablecieron su autoridad3. Y el 12 de abril de
1850 Pío IX entraba en la ciudad eterna arropado por las tropas francesas
que permanecieron en Roma hasta 1866.
En 1852 tomaba la dirección del gobierno piamontés el conde Camilo
Benso Cavour. Su política se encaminó a conseguir la recuperación
económica, el rearme del ejército y una alianza militar con Francia que le
permitiese expulsar a los austriacos de la península. La ocasión se la brindó
la guerra de Crimea. En enero de 1855 Cerdeña firmaba una alianza con
Francia e Inglaterra, comprometiéndose a participar en la guerra contra Rusia
con un contingente de 15.000 soldados. Con esta acción Cavour consiguió
influir en las potencias europeas para solventar la cuestión italiana en
Revista de Historia Militar, 131 (2022), pp. 233-288. ISSN: 0482-5748
beneficio de su país.
Posteriormente, en los acuerdos secretos de Plombières de 1858,
Francia se comprometió a ayudar a Cerdeña si era atacada por los austriacos.
Pero, de forma unilateral, ambos países planificaron reestructurar el
mapa de Italia creando un reino fuerte en el norte de la península y otro en
el centro, a costa de anexionarse los ducados de Parma, Módena y Toscana,
y gran parte del territorio de la Iglesia. Francia, a cambio, recibiría Saboya
y Niza, y el ejercicio de su influencia.
Austria percibió la amenaza y exigió al Piamonte el desarme de su
ejército. En la práctica suponía una declaración de guerra. De hecho, el 29
de abril de 1859 se rompieron las hostilidades entre las dos naciones. Francia
acudió en apoyo de Cerdeña y las tropas austriacas fueron derrotadas.
Las victorias francesas fueron interpretadas como un renacer del espíritu
napoleónico y las potencias europeas se solidarizaron con Austria. Napoleón
III cedió a las presiones y, por los preliminares de la Paz de Villafranca,
Austria entregó la Lombardía a Francia y esta la transfirió a Cerdeña. Y los
duques de Parma, Módena y Toscana tenían que ser restaurados.
Mientras tanto, Cavour orquestó grandes movimientos populares en
los Ducados y la Romagna en favor de la unión con el Piamonte. En marzo
de 1860, en un plebiscito manipulado llevado a cabo en los estados anexionados,
se aprobó su unión con Cerdeña4. Francia lo consintió a cambio de
3 PUCHOL SANCHO, Vicente: Diario de operaciones del cuerpo expedicionario a los
Estados Pontificios (1849-50). Madrid, Ministerio de Defensa, 2011.
4 J.A.: La verita sugli uomini e sulle le cose del Regno d’Italia. Rivelazioni di J.A. già
agente secreto del conte di Cavour. Tipografia Emiliana, Venezia, 1862. PELLICCIANI,
Angela: La gnosis al potere. Fede&Cultura, Verona, 2014, pp. 100-101.